Ver la discriminación y lo poco que respetan muchas personas a otros que viven de unas creencias y tradiciones diferentes se ha vuelto frecuente. España es uno de los países con más racismo y más rechazo hacia otras nacionalidades y culturas; aunque diferentes medios pintan una realidad distinta. Una situación actual es la guerra que está sufriendo Ucrania donde desde su comienzo recibió apoyo de la población española, mientras que hace 8 años aquí no recibieron a un grupo de sirios que huían de lo mismo y buscaban una nueva vida.

Es desagradable el rechazo que se les tiene a estos países que llevan décadas en guerra y en vez de ayuda solo reciben respuestas negativas; mientras que a los refugiados ucranianos les abrieron las puertas con una bienvenida y hasta muchas familias llegaron a acogerlos, siendo algunas de estas familias las que rechazan a los otros países que no cumplen con los estándares europeos. Pero por el otro lado las personas que logran empezar de cero no saben que al huir de esa pesadilla se adentran en otra donde se les apunta con etiquetas agresivas y se les discrimina.