Tito continuará en su cargo... de momento. Tras una larga reunión de más de seis horas en la que el director deportivo mostró su proyecto, la junta no ha mostrado ni su intención de renovar al director deportivo ni la de comunicarle su despedida a final de la temporada. Los motivos, como informó Superdeporte en la noche de ayer, se deben a que algunos de los puntos del proyecto han gustado y otros no, por lo que se ha optado porque el presidente del club, Quico Catalán, sea quien trabaje junto a Tito para perfeccionar el proyecto.

Pese a las dudas desde la cúpula del club, el equipo granota desde la llegada de Tito ha cumplido sus objetivos deportivos con solvencia. El primero, el más importante, el que se le marcó cuando sustituyó a Manolo Salvador en 2016: lograr el ascenso de nuevo a Primera División. El segundo, el más reciente, el de mantener al equipo con solvencia en la máxima categoría, una circunstancia que esta temporada también parece destinado a cumplir gracias especialmente al buen inicio de los de Paco López.

Justamente el técnico de Silla fue otra de las apuestas del director deportivo que han demostrado su valía en el año que lleva en el banquillo. Además de los buenos resultados, López también ha conseguido que el actual pichichi del Levante en liga con diez tantos, Róger, vuelva a sentirse muy valorado dentro del equipo y, por supuesto, entre la afición.

No obstante, su mano también ha tenido mucho que ver en la actual plantilla levantinista. La mayoría de las piezas que hoy forman el eje principal del conjunto granota son fichajes englobados dentro de la «era Tito». Campaña, Postigo, Róber Pier, Bardhi, Rochina o Mayoral fueron apuestas del de Benidorm que hoy cuentan con el total beneplácito de la grada y a la que se añade la venta de Jefferson Lerma el pasado verano por 30 millones -récord histórico para el club azulgrana- al Bournemouth inglés.

Otros como Boateng, que vino por 2,5 millones en el mercado veraniego de 2017 procedente del Moreirense, también han sido de alta rentabilidad económica para los granotes, ya que el pasado enero el futbolista ghanés se marchó al Dalian Yifang chino dejando en caja 11 millones y sin necesidad de sustitución dado el buen momento que vivían Róger y Morales y la aportación de Borja Mayoral y otro de los fichajes de este pasado verano, Dwamena. En el otro extremo, el de los más criticados, se encuentra el fichaje más caro -8,5 millones de euros- de la historia del club acometido también por Tito, el de Vukcevic, que todavía no ha dado el rendimiento esperado pese a su alto coste.