El Levante UD evitó una debacle gracias a una obra de arte de Rochina, que se ha erigido como el principal argumento para la salvación de los granotes. Cuando el de Sagunt no está, el Levante UD desaparece; pero cuando se enchufa, todo funciona.

El partido empezó con un Levante UD muy activo y que llegaba fácil al área rival, aunque sin llegar a poner en apuros a Diego López. La entrada de Toño en el once dio sentido a un sistema que había perdido su mejor baza. Toño y Jason son los únicos que pueden actuar como carrilero en la plantilla.

En el minuto 15, sin embargo, el Espanyol se puso por delante, casi sin buscarlo. Una contra perfectamente conducida (y terriblemente defendida por el Levante UD) terminó con un gran gol de Borja Iglesias.

El 0-1 envió a la losa al Levante UD, que casi no volvió a crear peligro, más allá de un remate flojo de Mayoral. Aún pudo ser peor el resultado antes del descanso si Aitor no hubiese salvado el 0-2 con una doble parada o si el VAR no hubiese anulado el gol de Marc Roca.

Tras la reanudación, el Levante UD no mejoró, por lo que Paco López se vio obligado a dar entrada Roger. Casi sin tiempo para que este llegase al área, el Levante UD lograría el empate gracias a un cabezazo de Vezo desde el segundo palo.

Parecía que la fortuna sonreía al Levante UD a través de su mayor lacra, las jugadas a balón parado; pero nada más lejos de la realidad. Apenas unos minutos después, un corner se convertía, por enésima vez, en gol en contra.

El 1-2 heló a la grada, que veía como el Levante UD se acercaba al abismo. El Espanyol cada vez parecía más superior al Levante UD, pero en ese momento apareció Rochina, la gran esperanza granota de cara al final de temporada.

El de Sagunt firmó el empate con un potente disparo desde fuera del área y daba esperanzas al levantinismo. Pero un nuevo revés se cruzaría en sus intereses, puesto que el propio Rochina tuvo que irse a los vestuarios antes de tiempo al ver su segunda cartulina amarilla.

Faltaban 15 minutos y el Levante UD estaba con inferioridad numérica, por lo que Paco decidió dar entrada a Pedro López para que debutase esta temporada y echara el cierre a la defensa.

Los últimos 10 minutos fueron un correcalles en el que cualquier equipo pudo llevarse la victoria. Tuvo un par de ocasiones claras el Levante UD, sobre todo una en los pies de Roger, que marró Diego López. Sin embargo, el Espanyol también pudo llevarse el partido con un potente disparo al palo.

Al final, un empate que no satisface a un Levante UD necesitado de puntos y al que se le terminan las oportunidades para sumar.