El pasado sábado, la goleada 4-1 frente al Rayo desataba la euforia entre la afición granota. La salvación estaba más cerca y los fantasma de aquellas nueve jornadas sin conocer el triunfo -entre la 25 y la 33- se esfumaban casi de un plumazo. La hinchada levantinista salía muy feliz de Orriols por el gran rendimiento de su equipo y, sobre todo, por un resultado muy positivo de cara a las dos finales que todavía restan. Sin embargo, más allá de la victoria, el choque frente a los franjirrojos dejó otra imagen en la retina de aquellos que estaban en el feudo azulgrana: el abrazo de Jason con Paco López tras anotar el tercer gol.
Este signo de alegría, de apoyo, mostraba la confianza que el técnico de Silla había tenido siempre en el jugador gallego pese a su fichaje por el eterno rival, el Valencia, el pasado febrero. El entrenador valenciano lo ha recuperado para la batalla, le ha mostrado que aún puede ser importante en las semanas que le quedan en el club y lo ha colocado como un fijo en su once inicial de las últimas jornadas, una incorporación progresiva en minutos e impacto ofensivo que ha ido acompañada también por el carril izquierdo del buen desempeño de Toño.
El futbolista madrileño, que había sido fundamental durante la primera vuelta, vio cómo su rendimiento se truncaba tras entrar en prisión durante tres semanas por un supuesto delito de blanqueos de capitales en relación con una organización criminal. Esta circunstancia le obligó a recuperar la forma física rápidamente durante el tramo decisivo de la temporada, justo cuando los levantinistas encadenaron la peor racha de toda la temporada.
Así, sin Toño en el campo, los de Paco López solo vencieron un encuentro -el 1-4 en Balaídos el 16 de febrero- de los diez que disputaron, mientras que cayeron en seis choques -Alavés, Real Madrid, Leganés, Villarreal, Athletic y Valencia-, y empataron en otros tres frente a Real Sociedad, Eibar y Huesca.
Fundamentales de nuevo
La vuelta de ambos jugadores al esquema azulgrana ha supuesto, sin duda, una mejora clara en la imagen y resultados que el equipo ha ido consiguiendo en estos últimos choques de la temporada. Solo contra el Espanyol en la jornada 33 no se consiguió vencer, mientras que en los partidos contra Betis y Rayo, los enfrentamientos se saldaron con goleadas y, especialmente con una buena eficacia de ambos futbolistas en ataque.
Mientras Toño, autor de dos goles y dos asistencias en esta liga, ha aumentado la profundidad de los levantinistas por la banda generando peligro con sus internadas, Jason también ha recuperado su olfato goleador en los últimos partidos. El extremo gallego anotó su segundo gol de la temporada frente al Rayo y, dos jornadas antes frente al Betis, sumaba su quinta asistencia en la competición, cifras que muestran la importancia de su presencia en el juego de un Paco López que ha conectado a todos sus futbolistas cuando más importa.
Pantalla gigante en Orriols
El club anunció ayer también que pondrá una pantalla gigante en el Ciutat de València para que la afición viva junta el Girona-Levante.
