8 de julio. Ese será el día en el que el Levante UD de la temporada 2019-20 comenzará a rodar. Como ya sucedió el pasado verano, el segundo lunes de julio es el día escogido para volver a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Buñol. A las órdenes de un Paco López que necesita adelgazar la plantilla de cara al inicio de la preparación, los futbolistas -que deberán pasar las pruebas médicas días antes, el 4 y 5 de julio- comenzarán una preparación que volverá a apostar por el territorio nacional como su principal atractivo.
Con el inicio en Buñol, donde el equipo estará concentrado la primera semana de entrenamientos, se comenzará una pretemporada que contará con otros dos destinos nacionales en el mismo mes. El primero de ellos será la estancia que el conjunto granota desarrollará en El Parador de El Saler. Entre el 15 y el 20 de julio, los azulgrana vivirán esta primera experiencia fuera de la Ciudad Deportiva, la cual se cerrará con un primer amistoso ante el Villarreal.
Tres días después, tras un breve descanso, la expedición granota se desplazará hasta La Finca, sede que repite como los dos años pasados en la preparación levantinista y donde los de Paco López se ejercitarán del 23 al 29 de julio. Justamente el primer día de esta nueva concentración, el Levante hará frente a su segundo compromiso amistoso de la pretemporada: el Real Murcia. A partir del 29 de julio y a falta de confirmarse nuevos encuentros, los azulgrana volverán a entrenar en Buñol.
Menos kilómetros que en 2018
La mayor novedad respecto a la pretemporada pasada es la estancia en el territorio nacional. El pasado curso, tras el primer encuentro frente al Bournemouth inglés, el Levante viajó hasta el municipio holandés de Ermelo donde disputó tres encuentros, una situación que este año no se repetirá y que dejará mayor espacio para la preparación.
