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De comandante a camarada

El Levante UD, cantera de la 'clase obrera'

Morales, nuevo vicepresidente del sindicato de futbolistas, sigue la estela de otros exjugadores

El Levante UD, cantera de la 'clase obrera'

La última galopada de Morales llega por la banda izquierda. El capitán del Levante UD ha sido nombrado esta semana vicepresidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), sindicato que agrupa a la mayoría del colectivo. La entidad que preside el exlevantinista David Aganzo ha aprobado la incorporación del 'comandante' y de Lucas Pérez, del Alavés.

José Luis Morales (Madrid, 1987) se ha convertido en uno de los símbolos de la otra Liga, la de los humildes. Desconocido en el fútbol profesional hasta los 26 años, este futbolista criado en equipos del extrarradio de Madrid ha llamado la atención a base de goles de catálogo y una técnica poco académica. Elevado a referente simbólico del club, Morales se incorpora ahora al grupo dirigente del gremio.

No es la primera vez, sin embargo, que un granota ocupa una posición destacada en el sindicalismo futbolístico español. Ya en el principio del movimiento, un levantinista aparece entre los pioneros. El vizcaíno Jorge Barrie, portero del Levante UD en los convulsos años de la transición política española, fue uno de los primeros dirigentes de la recién nacida AFE. La entidad impulsada en 1978 por ilustres como Juanito tuvo a Barrie en su segunda directiva, en la que también figuraba Vicente del Bosque.

El guardameta, en Orriols entre 1976 y 1982 en segunda y segunda b, tuvo que lidiar con momentos complicados. Primero, por la precariedad del gremio. En marzo de 1979 el fútbol español paraba por primera vez en favor de su inclusión en la Seguridad Social; o contra cláusulas como el derecho de retención, que dejaba la continuidad de los futbolistas en manos de los clubs sin apenas contrapartidas para el jugador. Eran otros tiempos para los profesionales, lejos del privilegio actual, donde reclamaban derechos esenciales en plena efervescencia política y sindical.

Barrie también tuvo que enfrentarse a la precariedad en casa. El Levante UD de aquellos años era sinónimo de crisis, ocurrencias y deudas. Tras el fichaje y salida de Cruyff, la situación estalló en junio de 1981. En uno de los episodios más bochornosos de la historia del club, la plantilla pasó varios días encerrada en los vestuarios para denunciar los impagos salariales. Barrie fue el portavoz del grupo, con intervenciones radiofónicas en el programa de José María García. El esperpento fue nacional.

Preciado, depurado por rebelde

Otra leyenda en Orriols, el míster del ascenso de Jerez en 2004, Manolo Preciado, se significó también en aquellos años. El bigote más carismático del fútbol español vivió las dos primeras huelgas. En la segunda, la de 1982, el futbolista del Racing de Santander era directivo de la AFE. Aquellos paros no sentaban bien a los clubs, y él lo pagó con la salida del equipo de su vida: «Hubo cabezas de turco y a mí me tocó. Estábamos metidos casi en una dictadura. Se pasaba mucha factura a según qué cosas. Pese a todo nunca tuve dudas de meterme en la AFE. No teníamos ni Seguridad Social. Nuestras huelgas eran súper justas», recordaba en 2011 en la revista Panenka el entrenador fallecido.

Lo cierto es que a golpe de casualidades, Orriols se ha convertido en algo así como una cantera de dirigentes del sindicalismo futbolístico. El caso paradigmático es el de Luis Rubiales, mito granota de los ascensos de Jerez y Lleida y hoy personalidad en el fútbol español como presidente de la RFEF. Durante la grave crisis del Levante UD en 2008, Rubiales hizo un máster en Derecho laboral al frente de una plantilla aquejada por los impagos y que se convirtió en actor fundamental del final de la era de Pedro Villarroel al solicitar la declaración del concurso de acreedores.

Rubiales y sus compañeros, sin llegar al encierro, amenazaron con plantarse y no jugar el partido contra el Madrid de la última jornada en que el club blanco iba a festejar la Liga. Aquel manejo de la escena auguraba un dirigente en potencia. Diez años después, Rubiales preside el fútbol español tras un mandato como presidente de la AFE.

Tommasi, la izquierda cristiana

Curiosamente, en su periplo granota Rubiales coincidió con David Aganzo, que le sustituyó como presidente de la AFE. Y también con Damiano Tommasi, leyenda del AS Roma que sufrió en sus carnes la crisis que casi lleva al Levante a la desaparición. El exgranota lidera desde hace años la Asociación de Futbolistas Italianos (AIC). Tommasi, al que se ubica en la izquierda católica, destacó por liderar campañas impregnadas de valores de justicia y solidaridad, además de gestos como renunciar un año a su salario tras una larguísima lesión.

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