Las fuertes rachas de viento que han barrido la C. Valenciana todo el fin de semana han dejado muchos desperfectos en casi todas las localidades de la provincia de València, pero en muy pocas ha habido voluntarios que los arreglen. En Chelva, tres vecinos fueron avisados de que la espadaña de la ermita de San Cristóbal, a pocos kilómetros de la capital de La Serranía, había sido destruida por el fuerte viento que azotaba la cumbre donde se encuentra.

El aviso llegó el viernes por la noche, así que el sábado por la mañana, a primera hora, Jaime Rández, Salva Martínez y Antonio Domingo cargaron con una escalera y algunas herramientas y se dispusieron a valorar los daños y sobre todo poner a buen recaudo la campana de la ermita, que data del siglo XV y es objeto de deseo de algunos ladrones por su valor en el mercado de antigüedades. De hecho, en otra ermita chelvana, la de la Virgen del Loreto, fue robada tanto la imagen como la campana.

Para evitar que esto sucediera y por la devoción que en el pueblo se tiene a San Cristóbal, los tres jóvenes retiraron los restos de ladrillo de la espadaña y bajaron la campana para trasladarla a un lugar seguro. «Varias tejas de la cubierta de la ermita se han roto, el albañil valorará los daños y de la reparación se hará cargo o el ayuntamiento o la iglesia», explicó Jaime a este diario.

Los voluntarios retiran la campana del siglo XV de Chelva que volcó el viento

Beneficios para la restauración

Los tres jóvenes, miembros de la Nueva Peña Taurina de Chelva, son los que se encargan del mantenimiento de esta ermita. Lo hacen con los beneficios que recaudan en las fiestas taurinas. «Lo que nos sobra en la peña lo invertimos en la ermita, la hemos pintado y le hemos puesto rejas contra el vandalismo», señala Jaime.

Lo hacen por pura devoción, ya que San Cristóbal, patrón de transportistas y conductores, tenía su propia asociación que se hacía cargo de los festejos y del buen estado de la ermita. La plataforma se disolvió y asumieron el mantenimiento los miembros de la peña taurina, que también organizan el acto de bendición de vehículos en julio y las misas. Es entonces cuando suena la campana que estará descolgada un tiempo, para llamar a los feligreses en la misa del 25 de julio.

Ayer, los vecinos y vecinas no dejaron de felicitarles «por cuidar el patrimonio de Chelva» de forma altruista. En concreto, esta ermita del siglo XVI fue promovida por los vizcondes de Chelva y a lo largo de la historia ha funcionado como santuario pero también ha estado abandonada durante largos periodos de tiempo, donde sirvió como granero de los agricultores de la zona.