La antigua lonja de pescadores de Dénia situada en pleno muelle de la ciudad ha sido sometida a un completo lavado de cara con el fin de convertirse en el futuro museo del Mar, así como un espacio polivalente. Los trabajos que se iniciaron hace un año, concluirán en principio en el mes de octubre.

Esta obra es una de las que en Dénia se ejecutan con cargo al Plan Confianza aprobado hace casi diez años, y que en la capital de la Marina Alta no se ha hecho patente hasta hace dos.

Por la lonja pasó ayer el president de la Generalitat, Ximo Puig, con el fin de comprobar la evolución de la reforma del único edificio que queda en el puerto de Dénia que evoca el pasado pesquero y marinero de la ciudad.

Allí Puig destacó que el ejecutivo que preside pretende impulsar la colaboración con los Ayuntamientos en la gestión y los usos de los puertos que son de competencia autonómica. Y puso en valor que el de Dénia es «el más importante de los que gestiona la Generalitat».

Puig anunció que en dentro del proceso de «democratización de la Generalitat, de lo que significa una Comunitat avanzada, solidaria y abierta, hay que tratar que los operadores locales, la ciudad y los que dan vida al puerto tengan mayor participación en la toma de decisiones»

Cogestión de los puertos

En esta línea Puig expuso que los municipios y operadores tendrán «más presencia y capacidad de cogestión y codirección en la redacción de unas perspectivas de futuro -para los puertos- más arraigadas al territorio».

Por su parte, el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, subrayó la importancia de que la ciudad «participe en la toma de decisiones del puerto» y así se le pueda sacar «más provecho». Algo que según recordó «hasta ahora era algo difícil», sin embargo, «con la complicidad de la Generalitat» será una realidad.

Además remarcó que la ciudad vive «en el puerto» y una prueba de ello es la recuperación del edificio de la antigua lonja para uso de todos los ciudadanos. Será un Museo del Mar y una sala polivalente para dar charlas o acoger exposiciones.