Los ciclistas prefieren amarrar sus bicicletas a la barandilla en lugar de dejarlas en el aparcabicis. La cosa tiene su misterio. Pero está claro que resulta más incómodo acoplar la bici en el modelo de aparcabicis que Xàbia ha colocado en su término municipal (el de la imagen está en la plaza del Portal del Clot) que atarla con una cadena en una barandilla, una farola e incluso un árbol. El caso es que el uso de la bicicleta va a más en el municipio. Las eléctricas triunfan. Residentes de bastante edad optan por este medio de transporte. Y los jueves de mercadillo, cuando resulta más complicado aparcar el coche en el centro urbano, muchos vecinos suben hasta el pueblo dando pedales.