El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha estado hoy en la "Marcha por la vida" de Xàbia, organizada por la agrupación local de la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer (AECC) y que ha recaudado 5.015 euros (más otros 2.000 entregados por la comisión de fiestas de Duanes de la Mar) para la investigación de esta enfermedad. Duque, que repite de número uno del PSOE al Congreso por Alicante, ha destacado que España es "un país puntero en la investigación y curación del cáncer". Ha afirmado que ha estado recientemente en Houston (EE UU), donde están algunos de los mejores hospitales para el tratamiento del cáncer, y "quieren colaborar con nosotros, porque tenemos líneas de investigación iguales o mejores que las suyas".

El ministro ha visitado luego, junto al alcalde, José Chulvi, el faro del cabo de Sant Antoni, encendido en 1855. Chulvi ha desvelado que el ayuntamiento ya tiene listo el proyecto de rehabilitación, redactado por la arquitecta Ulrike Wehr. El consistorio ha logrado que la Autoridad Portuaria (depende de Fomento) le ceda el faro, que se convertirá, sin perder el uso de alumbrar el camino a los navegantes (sus señales luminosas llegan a 26 millas), en centro de interpretación de la reserva marina del cabo de Sant Antoni y del parque natural del Montgó.

El faro será, además, un lugar de investigación del medio ambiente. El alcalde ha avanzado que, de alguna forma, se vinculará al Distrito Digital de la Comunitat Valenciana, que tiene su sede en Alicante y que impulsa proyectos tecnológicos. Ha indicado también que el ayuntamiento quiere "estar acompañado del Gobierno de España" en este proyecto. "Ya tenemos el proyecto. Cuando esté listo el informe del técnico municipal, lo presentaremos a la ciudadanía y a la asociación 'Que no pare la llum del far'", ha explicado Chulvi.

Mientras, Pedro Duque se ha mostrado convencido de que el rehabilitado faro atraerá a quienes "trabajan en software y en tecnología". "Buscan lugares inspiradores y éste lo es". También ha subrayado que proyectos como el del faro impulsan un nuevo modelo económico en el que se da valor a "la historia y la ciencia y a la preservación de los mares y de los parques naturales".

En la visita al faro, ha quedado de manifiesto que ahora el ayuntamiento debe hacer gestiones para recuperar el otro edificio estatal que corona el impresionante acantilado del cabo de Sant Antoni, el del "Semáforo", una estación de señales marítimas y de telégrafo que se puso en marcha en 1894. Pertenece a la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos. Está abandonada y la valla está derribada por el flanco que da al acantilado. Por aquí se cuelan intrusos.

El farero del cabo de Sant Antoni y del Cap de la Nau (vive en este último con su familia desde hace 30 años), Antonio Fontes, ha guiado la visita. Le ha comentado al ministro que todos los faros son distintos e "inconfundibles", dado que el propio edificio funciona como una señal marítima y los navegantes lo identifican por su silueta.

El faro de Sant Antoni hace muchos años que no está habitado. Estas instalaciones se pueden controlar ahora desde la distancia. Pero la labor del farero será siempre imprescindible. Antonio Fontes ha indicado que hay trabajos que sólo se pueden hacer a mano, como el de limpiar los cristales de la potente lámpara luminosa tras pasar en primavera una bandada de estorninos (los excrementos ensucian de lo lindo) o al arrastrar el siroco la arena del Sáhara.