El artista admite que se ha tomado algunas licencias creativas. Estupendas licencias. La antigua fotografía no reflejaba los detalles que José Manuel Tos, un ceramista de Manises, ha recreado maravillosamente en un gran mural de 829 azulejos que adorna una pared antes anodina del Mercat Municipal de Dénia. Entre las licencias, está la "distorsión" de encajar todo lo largo del Montgó en el mural. Otro acierto. La cerámica, un arte que en Manises se cultiva desde hace siglos, ha dado vida a la Dénia de 1955. El mural está en la zona de pescadería y plasma perfectamente la esencia marinera de la ciudad.

Desde hoy se convierte en otro motivo para visitar el Mercat. La concejala responsable de este "templo" del producto fresco y la proximidad, Sandra Gertrudix, ha subrayado que el trabajo de Tos es "impresionante". El edil Javier Scotto, que en la anterior legislatura, cuando se licitó el mural, era el responsable del Mercat, ha explicado que no podían dejar pasar la oportunidad de sacar partido a una pared blanca que era "un lienzo". "Estamos en un mercado que siempre ha sido marinero", ha dicho Scotto, que ha matizado que desde el primer momento pensaron que ese espacio era ideal para colocar un mural artesanal y hecho a mano por un artista de la escuela de Manises, "municipio puntero en la azulejería valenciana". "Queríamos que la obra captara la identidad de Dénia. Además, la imagen es coetánea del momento en el que se construyó este mercado".

Tras la licitación, el ceramista, que tras toda una vida de trabajo en Manises reside ahora en Jesús Pobre, inició este hercúleo proyecto. Ha realizado a mano los 829 azulejos. Ha empleado la técnica de pintado al agua sobre esmalte. Ha tardado cuatro meses en terminar todas las piezas. El mural se han montado en cuatro días. José Manuel Tos ha reconocido que ha asistido nervioso al montaje. "Es un momento muy delicado. Si se rompe un azulejo hay que volverlo a hacer". El ceramista ha cuidado todos los detalles. Los azulejos blancos tienen un esmalte llamado del siglo XVIII, que les da la apariencia de que están envejecidos. "Quise huir del azulejo de color blanco industrial", ha precisado.

Nunca hacen falta excusas para visitar un mercado con bullicio e historia. Ahora este gran mural cerámico anima todavía más a acudir a un lugar de compras de proximidad, de gastronomía y ahora de cultura.