«Se vende hostal muy luminoso». El sol da de lleno, sí, pero este local ha tenido más vida por la noche, cuando se encendía el neón. El Quijote Night Club, un club de alterne situado junto a la carretera N-332 en el tramo entre Gata y Pedreguer (está en este último término municipal) está a la venta por 2,5 millones de euros. El local tiene 3.616 metros cuadrados y 50 habitaciones. En el anuncio inmobiliario, se destaca que se halla «cerca de colegio, farmacia, ambulatorio, parque y parada de bus».

Algunas de las fotografías que se muestran son del interior del club. Una de ellas es de una cama de estética absolutamente bizarra. Está flanqueada con columnas de yeso corintias y los cortinajes y la cabecera son de un rococó subido. La noche se presta a estos pastiches.

El negocio es muy conocido en la Marina Alta. No es que tuviera una clientela abrumadora (y ha ido muy a menos). Debe su fama a lo trasnochador y al alterne. Antes el Quijote hacía caja con las despedidas de soltero. Por suerte, esas fiestas se van sacudiendo la caspa machista.

El anuncio de venta incide en que el local es ideal para abrir un aparthotel o un hostal. Estos negocios de la noche tienen que reinventarse. La sociedad evoluciona y los clubes de alterne (antes había uno a cada trecho de carretera) declinan.