Son jóvenes, pero también viejos conocidos de la justicia. La Guardia Civil le ha echado el guante en Calp a dos hermanos de nacionalidad rumana, un hombre de 26 años y una mujer de 33, que suman más de 90 delitos. Se prodigan en abrazos. Abrazos cariñosos, que es como se conoce a un tipo de robo con violencia en el que los delincuentes le echan el ojo a unas víctimas muy determinadas, personas de avanzada edad o vulnerables (con movilidad reducida) que portan joyas o relojes de lujo. Estos dos hermanos, afincados en España desde hace más de diez años, se desplazan por zonas costeras y turísticas de todo el Estado. Embaucan a sus víctimas, habitualmente residentes o turistas extranjeros ya mayores. Ella se hace la zalamera, incluso flirtea con los ancianos. Luego, cuando sus víctimas se descuidan, las despoja con violencia de collares, pulseras y relojes. De hecho, el botín más anhelado por estos ladrones son los relojes de la marca Rolex. Son expertos en detectar estos cronógrafos de lujo.

La Guardia Civil arrestó a estos hermanos el pasado 9 de diciembre. Estaban buscados por cuatro juzgados diferentes. Ahora han pasado de nuevo a disposición del juez de Dénia. Han quedado en libertad con cargos a la espera de juicio.

También la Benemérita de Calp detuvo el pasado mes de noviembre a otras dos mujeres rumanas, de 23 y 19 años, por cometer siete delitos de hurto y tres de robo con violencia por robos mediante el método del abrazo. Sustrajeron tres relojes valorados dos de ellos en 10.000 euros y el tercero en 15.000.