Segunda detención en Dénia por incumplir el estado de alarma y romper el obligado confinamiento. Si hace unos días se arrestó a un vecino que huyó de un control policial, opuso resistencia y, además, portaba billetes falsos, ayer otra persona acabó detenida por desobediencia a la autoridad. Los agentes de la Policía Local lo sorprendieron consumiendo bebidas alcohólicas junto a un amigo en la calle. Ambos salieron huyendo. Los agentes lo interceptaron (el amigo escapó). Fue sancionado. Pero, además, se negó a volver a su casa a confinarse y de ahí que los policías lo detuvieran.

Las denuncias suelen ser por los mismos motivos (aprovechar que se saca al perro para darse un largo paseo, admitir que se está dando una vuelta, decir que se ha ido a comprobar que el vehículo no arrancaba...). Todos los días los agentes se encuentran con excusas que caen por su peso.

Uno de los sancionados auer dijo que iba a llever dinero a un amigo, pero no acertó a indicar donde vivía. Además, los policías acudieron a un aviso por las molestias que en el vecindario un residente estaba provocando con la música a todo volumen. Los agentes llamaron reiteradamente al timbre. El vecino de la escandalera se negó a abrir. Acabó también denunciado.