Esta vez el reventón de una tubería de agua fue providencial. El séptimo incendio que se declaraba en Xàbia en la última semana, en la cala de la Barraca y cuando ya anochecía, quedó en un conato por dos felices circunstancias. La primera: los voluntarios de Protección Civil llegaron a toda prisa y pudieron apagar las llamas antes de que cogieran fuerza y prendiesen en una masa forestal que está rodeada de chalés y próxima al paraje protegido del Portitxol (uno de los pocos tramos que quedan vírgenes en el litoral de la Comunitat Valenciana).

La segunda circunstancia fue fortuita. El fuego se originó en la cuneta del vial que baja a la Barraca. Allí, en superficie, hay una tubería de agua. La elevada temperatura provocó que la tubería, que es de plástico, reventara. Empezó a salir agua y esta avería ayudó a contener el fuego, que quedó en un conato.

Este incendio, que se desató el domingo sobre las 21 horas, es el séptimo que sufre Xàbia en la última semana y el que hace 12 en la Marina Alta. Parece claro que estos fuegos de Xàbia y los tres que afectaron al paraje de la Rana de Gata han sido intencionados. El supuesto pirómano ha intentado prender fuego a enclaves de gran valor natural como el Montgó, la Granadella, la Falzia y ahora, el Portitxol.