Un vendaval de intolerancia ha pasado esta noche por El Verger. Unos vándalos han arrancado todos los piropos "al revés" que cosifican al hombre colocados por la artista y activista feminista Vero McClain en la Avinguda de la Constitució. La "performance", realizada por el ayuntamiento para concienciar sobre la violencia contra las mujeres con motivo del 25N, cambiaba los papeles. Los "cumplidos" los recibían los hombres, rebajados por una vez a objeto sexual. Denunciaba el acoso callejero que desde siempre han tenido que soportar las mujeres.

Los 11 letreros (eran 12, pero ayer ya se arrancó uno y se tiró a una papelera) han amanecido por los suelos. Ya se contaba con que la exposición sufriera actos vandálicos. Pero la destrucción ha sido meticulosa. Lo único que se puede leer es "Ei, xic". Los piropos, expresión chocarrera y zafia del machismo, son humillantes para las mujeres. Cuando se invierten los roles y se pone en letreros estos "halagos" al revés, los vándalos los hacen añicos y no queda nada.