El MARQ pondrá en marcha, un año más, el programa de excavaciones arqueológicas en ocho enclaves de la provincia. La campaña, que ha sido aprobada por la Diputación de Alicante, comenzará el 28 de junio en el Tossal de Manises y cuenta con un presupuesto de 130.000 euros para el desarrollo de trabajos de investigación. El objetivo es contribuir al incremento y preservación del rico patrimonio histórico y cultural de la provincia. Tres de las excavaciones se desarrollan en la Marina Alta. Se llevará a cabo una prospección subacuática en el litoral de Teulada Moraira y el Poble Nou de Benitatxell. Se realizará la XVII campaña de excavaciones en la Pobla d'Ifac, en Calp. Y continuará la investigación de la Cova del Randero, en Pedreguer. Todas estas campañas arqueológicas se realizarán siguiendo el protocolo de prevención de la covid-19.

Rafael Azuar estará al frente de las prospecciones subacuáticas que se llevarán a cabo en el litoral de Teulada Moraira y el Poble Nou de Benitatxell y que permitirán actualizar la carta arqueológica del patrimonio cultural sumergido de esta costa. Seis voluntarios llevarán a cabo las catas durante cuatro semanas, entre septiembre y octubre. Esta intervención hará posible documentar, inventariar y cartografiar posibles hallazgos. En tierra, este litoral tiene una gran riqueza arqueológica y destaca la torre vigía del Cap d'Or y los yacimientos paleolíticos de la Cova de les Cendres y la Cova del Moro.

Dentro de la XVII campaña de intervenciones en el Parque Natural del Penyal d’Ifac, el 1 de julio comenzarán los trabajos para realizar las analíticas y estudios con vistas a la redacción de la memoria científica de los cuatro años del Plan de Investigación 2018-2021. Además, bajo la supervisión de José Luis Menéndez, se mantendrá el seguimiento de las tareas de consolidación de emergencia de las áreas arqeuológicas del yacimiento con vistas a su preservación.

Los trabajos en la Cova del Randero, dirigidos por Roca de Togores y Soler, están encaminados a finalizar la excavación de los niveles neolíticos en dos áreas de la sala interior para documentar actividades de ocupación y posibles usos funerarios, así como de los niveles paleolíticos para corroborar la utilización del interior de la cueva como hábitat en momentos propios del Magdaleniense Superior. La campaña se iniciará el 30 de agosto con cinco voluntarios y se prolongará durante dos semanas.