La pandemia ha instaurado el turismo de proximidad y de uno solo día. Miles de valencianos han cogido hoy el coche y se han plantado en el litoral de la Marina Alta. Se han producido retenciones en las salidas de Ondara y Benissa de la antigua autopista AP-7. Los turistas han buscado rutas litorales como la de la Cova Tallada y la de los acantilados de Benitatxell. Y también han visitado miradores y la costa de belleza más salvaje.

La carretera que lleva al área recreativa, el mirador y el faro del cabo de Sant Antoni ha sido durante toda la mañana un desfile constante de coches. El aparcamiento del área recreativa se ha llenado en seguida. Numerosos conductores han decidido aparcar sus coches en las cunetas, lo que complicaba mucho que los coches pudieran ir en una y otra dirección. Las vistas de la bahía de Xàbia son desde aquí extraordinarias.

La terraza de uno de los restaurantes de les Rotes de Dénia A. P. F.

Y también una oleada de visitantes ha elegido les Rotes de Dénia. La imagen de la terraza del restaurante Mena (está prácticamente metida en el mar) no distaba mucho de la de otras vacaciones de Semana Santa. Bueno, la diferencia es que ahora las mesas son de cuatro comensales. Mientras, decenas de personas paseaban por este litoral y se acercaban a la pintoresca playa de les Arenetes. También se veía a muchos excursionistas que caminaban calle Vía Lactea arriba para coger la senda que lleva hasta la Cova Tallada de Xàbia, otro espacio natural que hoy ha estado repleto de turistas.

La Marina Alta, meca del turismo residencial (muchos valencianos tienen aquí chalés y apartamentos), también triunfa en ese nuevo turismo de escapada de un día que ha impuesto la pandemia.