El parque natural del Montgó ha iniciado el 2021 con un proyecto para tratar de acercar este espacio natural a todas las personas, también a aquellas que tienen movilidad reducida. Y el primer paso es acondicionar una ruta disponible para todas ellas. Una de las rutas que parte desde el Área Recreativa de Les Planes de Xàbia hacia el antiguo Cuartel de los Carabineros.

Una de las rampas adaptadas, recientemente instaladas | CARLOS LÓPEZ

En el último boletín del parque, la dirección señala que este año se producirá ese gran avance que permitirá que «las personas con movilidad reducida se puedan acercar a nuestro espacio natural, de la manera más autónoma posible».

Para ello, han estudiado unos manuales editados por la asociación de Parques Naturales de Europa y han recabado el asesoramiento de las asociaciones locales que ayudan a las personas con capacidades diferentes.

Así, tras la consulta con estas, cuando consideraron que el espacio idóneo, era el área Recreativa de Les Planes y la senda que parte desde allí bordeando la costa hacia el antiguo cuartel, con el Montgó siempre al fondo de referencia.

Un camino fundamentalmente llano que permite disfrutar y conocer la gran variedad de flora que hay en el Montgó, entre otras, las orquídeas del Montgó. Será la primera ruta accesible en el parque natural.

En una primera fase ha sido una renovación total del Área Recreativa, una zona de esparcimiento, que cuenta con unos baños y que desde hace meses custodia un conserje del Ayuntamiento de Xàbia. En este espacio ya habían unas rampas, pero no presentaban su mejor aspecto, así que han sido totalmente renovadas y las personas con movilidad reducida ya pueden acceder con mayor facilidad. Hay dos mesas reservadas para ellos.

La brigada del parque ha ido acometiendo diversas mejoras, se han plantado nuevas especies, y grandes carteles advierten a los visitantes de la importancia de cuidarlas. Tienen que dar sombra en el futuro. El área recreativa es el lugar perfecto para desconectar aunque sea por unas horas. Coger la nevera, el tuper y olvidarse del ruido o la rutina diaria. En una atalaya al mar Mediterráneo, al otro lado árboles y más árboles, y al fondo vigilante, el Montgó.