Joaquín Sorolla descubrió Xàbia el 7 de octubre de 1896. Fue un deslumbramiento. De inmediato, le envió un telegrama a su esposa: «Es sublime, inmensa, lo mejor que conozco para pintar y supera todo». Este año hace, por tanto, 125 años de la primera visita del pintor al municipio. Luego pasaría aquí los veranos de 1900, 1901 y 1905. La luz le inspiraba.

El Ayuntamiento de Xàbia no quiere que esa efeméride pase sin más. El pleno aprobó ayer que el paseo del puerto, el de la playa de la Grava, lleve el nombre de «pintor Joaquín Sorolla».

Además, el próximo 9 de octubre, dos días después de la llegada hace 125 años del artista al municipio, el consistorio entregará a la Fundación Museo Sorolla el Premi 9 d’Octubre Vila de Xàbia a los valores cívicos.

En otro telegrama que Sorolla envió a su mujer, le dijo que Xàbia «tiene todo lo que deseo, y más... una locura, un sueño, el mismo efecto que si viviera dentro del mar y a bordo de un gran buque». Y añadió que el mar es aquí «una esmeralda colosal».