Un litoral que destaca por su predominante carácter mediterráneo es la carta de presentación del Poble Nou de Benitatxell, un pequeño municipio alicantino que alberga una riqueza que trasciende más allá de sus espectaculares calas recónditas de agua cristalina, como la del Moraig tras el macizo del Puig Llorença o las inaccesibles Llebeig y Testos. Son, indiscutiblemente, su postal más singular, pero no la única.
Y es que, esta encantadora localidad de la Comunitat Valenciana posee un interior igualmente singular, lleno de contrastes entre sus colinas y valles.
El municipio, encaramado a un pequeño cerro presidido por una humilde iglesia, ofrece a los visitantes múltiples opciones turísticas que permiten disfrutar no solo de su idóneo medio natural, sino también de su cultura, aquellos resquicios de tradición que convierten a Poble Nou de Benitatxell en un punto de visita casi obligatorio.
Conscientes del importante valor del patrimonio local, desde el Ayuntamiento de Poble Nou de Benitatxell programan con asiduidad actividades e itinerarios para experimentar una auténtica inmersión en la historia de este municipio.
El municipio cuenta con numerosos itinerarios para recorrer en bici los rincones más especiales de la localidad
Ejemplo de ello es la ruta teatralizada “Un museu al vent”, que tendrá lugar el próximo domingo 10 de octubre, a las once de la mañana, o aquellas dirigidas a través de una audioguía. Estas últimas, permiten conocer los rincones más especiales del centro urbano de la localidad de manera autónoma e independiente. En este sentido, mención especial también merecen las múltiples opciones cicloturísticas.
El carácter mediterráneo de Poble Nou de Benitatxell se percibe más allá del mar, adentrados ya en su ámbito más rural. Algunas de las opciones más interesantes que brinda el municipio son las rutas Calistros-Abiar o la de Puig Llorença para aquellas personas amantes del ciclismo.
Otras alternativas a estos itinerarios son la Ruta dels Testos, el Camí de la Serp o la Ruta Abiar, entre otras. No obstante, existen recorridos que permiten visualizar el mar desde las alturas, contemplando así su magnanimidad. Estas son la Ruta dels Penya-segats o la de Falla del Moraig.
