«Nunca he maltratado a mis perros. Son mis compañeros en la montaña». Antonio Soler, un vecino de Xàbia, afirma que está harto del «acoso» que sufre por ser cazador. Hace unas semanas encontró la valla de la finca donde tiene a los perros llena de pintadas. Y no eran para nada agradables. Se lee «cazadores psicópatas», «asesinos» y «no a la caza».

Este vecino de Xàbia explicó ayer a Levante-EMV que hace unos cinco años entraron en su finca y le robaron un primer cachorro de podenco andaluz. Los autores del robo siguieron entrando y se llevaron seis perros más. «Y me dejaban letreros que decían que los animales iban a tener una vida mejor».

Atribuye estos robos a animalistas. «No lo entiendo, de verdad. Basta que seas cazador para que se dediquen a hacerte la vida imposible».

Soler presentó denuncia en la Guardia Civil. Luego, relata, le cortaron la valla de la finca. Para impedir los robos, dejó en este terreno a un pastor alemán. Los ladrones no han vuelto a entrar, pero se han dedicado a hacerle pintadas.

«Aquí han venido el Seprona y la Guardia Civi y han comprobado que tengo a los perros bien cuidados. Me los estimo. Tienen espacio y están debajo de una pinada. Todos los días vengo a ponerles comida y a ver cómo están», asegura este cazador.

Lamenta que el robo de sus perros y los actos vandálicos que se han realizado en su finca no se hayan investigado a fondo. «Pido que se haga un poco de justicia. No puede ser que te acosen porque eres cazador y no pase nada».

Soler subraya que sus perros tienen chip y que las instalaciones en las que los guarda están limpias y en buenas condiciones higiénicas. También defiende que la caza es clave para regular la superpoblación de especies como los jabalíes o los conejos que, al proliferar sin límite, causan daños en la agricultura.

Reclama respeto para la actividad de la caza. «Cumplimos las normas y las vedas», recalca este vecino de Xàbia, que afirma que, al acudir cada día a ver cómo están sus perros y darles de comer, no respira tranquilo hasta que comprueba que todo está bien y su finca no ha sufrido un nuevo ataque.