La Guardia Civil ha detenido en Dénia y Ondara a seis personas acusadas de integrar una red que extorsionó a más de 2.100 usuarios de páginas webs de contactos y se dedicaba además a cometer estafas bancarias mediante "phishing". Los investigadores cifran en más de un millón de euros los beneficios obtenidos por la red desarticulada. Aunque se han detectado a más de 2.100 usuarios extorsionados, por el momento solo han formalizado denuncia 25 víctimas residentes en las provincias de Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona, Madrid, Navarra, Asturias y Granada, así como en Alemania. Hay muchos perjudicados que bien por desconocimiento o por querer mantener el anonimato no han querido presentar denuncia.

La bautizada como "operación Connor" se puso en marcha el pasado mes de febrero tras una denuncia interpuesta por un afectado en el Puesto de la Guardia Civil de Callosa d'en Sarrià. La víctima manifestó a los agentes que accedó a una página web de contactos y a partir de entonces una persona había empezado a extorsionarle con la finalidad de que le realizase unos pagos. Los extorsionadores no dudaban en amenazarle con imágenes de armas de fuego para conseguir dinero, pero la víctima, en este caso, acudió a denunciar el intento de extorsión.

Los investigadores averiguaron que el grupo insertaba anuncios de contactos en páginas web especializadas en este tipo de servicios sexuales y seleccionaban a varones como potenciales víctimas. Se hacían pasar por una mujer que supuestamente ofrecía servicios sexuales, pero estos no eran realizados. Sin embargo, comenzaba entonces el hostigamiento a la víctima para conseguir dinero.

El grupo desarticulado invertía más de 30.000 euros anuales en las páginas web para lograr un mejor posicionamiento y que sus anuncios fuesen los primeros en aparecer. Esto les permitía aumentar el número de posibles víctimas y así llegaron a extorsionar a más de 2.100 usuarios.

La Guardia Civil se dispone a entrar en la casa de uno de los detenidos. Levante-EMV

La Guardia Civil averiguó en sus pesquisas que además de la extorsión también se habían especializado en estafas bancarias mediante "phishing". Para ello, realizaban envíos masivos de correos electrónicos, obtenían las contraseñas y la información bancaria de las víctimas y finalmente sacaban dinero en cajeros automáticos sin conocimiento de los titulares de las cuentas. La organización blanqueaba los beneficios y coches y artículos de lujo, además de disponer de diferentes cuentas corrientes para el dinero.

Los cabecillas del grupo eran un joven colombiano de 25 años y un varón cubano de 35, los cuales contaban con la colaboración de cuatro mujeres de entre 25 y 35 años y de nacionalidad colombiana y rumana. Todos ellos tenían antecedentes policiales por hechos similares a los investigados.

Las detenciones fueron llevadas a cabo en Dénia y Ondara entre los días 27 de mayo y 1 de junio. Los agentes de Callosa, junto con compañeros de la Compañía de Calp, del Puesto de Xàbia, de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) de Alicante y del Servicio Cinológico, llevaron a cabo los arrestos y dos registros domiciliarios. En dichos registros se intervino material informático y de telecomunicaciones, claves de correos electrónicos y de acceso a la banca virtual, joyas de lujo, dos vehículos de gama media, dinero en efectivo, y documentación contable de inversiones de la organización criminal. También se han bloqueado y puesto a disposición judicial un total de 11 cuentas bancarias.

A los arrestados les han imputado delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, estafa y extorsión. Los detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de guardia de La Vila Joiosa y quedaron en libertad provisional, aunque con la obligación de comparecencias periódicas y retirada de pasaportes.

Los investigadores han analizado la documentación con la ayuda del Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Policía Judicial y de la Brigada de Delitos Económicos y contra el Patrimonio y han podido acreditar que la banda llevaba delinquiendo internacionalmente desde 2020.

La Guardia Civil ha recibido 25 denuncias y no da por concluida la operación y continúa con las investigaciones para intentar localizar e identificar a otras posibles víctimas con la finalidad que se personen en el procedimiento judicial contra este grupo criminal.

En este tipo de extorsiones la Guardia Civil recomienda no realizar pago alguno y denunciar inmediatamente los hechos. Además avisa de que una vez que se materializa el primer pago los delincuentes vuelven a contactar con la víctima para seguir pidiendo cantidades adicionales.