Discursos y más discursos y los niños que se muerden las uñas porque quieren estrenar el laberinto, subir a su torre y deslizarse por el tobogán de tres metros y medio. La alcaldesa, Ana Sala, confiesa que este proyecto ha sido el menos laberíntico de todos y habla de la remodelación de la Plaza Mayor, empantanada y a la que no se le ve la salida. Podría meter en el mismo saco las obras del ruinoso Puerto Blanco. Ese problema de obras atascadas lo tienen todos los pueblos.

Pero el laberinto solo es de Calp y se ha convertido en el mejor juego infantil de la Marina Alta. Los ayuntamientos saben que tienen que echarle imaginación a los parques, que no basta con balancines y toboganes. Benitatxell ya innovó con su parque de aventura de les Fonts (triunfa su tirolina).

Por fin, terminan los discursos y los niños salen en tropel y disfrutan de lo lindo corriendo por el laberinto de madera de robinia (es de las más resistentes). «Es un juego icónico y único en el mundo», destaca Pablo Bellot, representante de Galopín Playgrounds, la empresa que ha creado este original dédalo. Bellot también precisa que el laberinto es inclusivo y accesible y estimula la imaginación de los chavales.

Este juego está en el parque de la Vallesa, una zona verde con barbacoas y mesas de pícnic. Las familias van a pasar muchas horas aquí. El laberinto socializa y los niños se olvidan de las pantallas. Los laberintos de criar y educar son mucho más enrevesados que éste de carreras y risas.