Las celebraciones de 'bous al carrer' en la Comunitat Valenciana se han cobrado una nueva víctima mortal, en este caso una mujer en los festejos de Beniarbeig, en la comarca de la Marina Alta. Según ha podido averiguar este periódico, los hechos han ocurrido esta misma mañana en la suelta de vacas en el recinto taurino. Es la segunda víctima mortal en la comarca tras la muerte de un hombre de 64 años de Pedreguer, que murió tras estar 9 días ingresado en el Hospital de Dénia por la embestida que recibió durante un encierro.

La fallecida es una mujer de 73 años, de origen francés y vecina de Dénia, muy conocida en las fiestas de los bous al carrer de la Marina Alta. Los aficionados la conocen como María "la Francesa". La víctima ha muerto en el acto tras recibir una única cornada en el pecho tras darse la vuelta y verse sorprendida por una vaquilla que, al parecer, la habría pillado desprevenida y le habría golpeado contra los barrotes, actuando estos como tope. Era la primera vaquilla de la sesión taurina de la mañana. La res había volteado a un joven y el corral estaba abierto para que entrara, pero se ha dado la vuelta inopinadamente y ha sorprendido a esta mujer.

La Guardia Civil ha indicado que la mujer ha fallecido de una herida en el tórax y que el cuerpo se ha llevado al Instituto de Medicina Legal de Alicante para que se le realice la autopsia. La investigación la está realizando la Policía Judicial de la Guardia Civil de Xàbia.

Inmediatamente se han suspendido los festejos y todos los peñistas se encuentran consternados por el trágico suceso, que se ha cobrado una nueva víctima mortal en los bous al carrer de la Comunitat Valenciana.

El alcalde de Beniarbeig ha decretado 24 horas de luto. Se han suspendido todos los actos del día de las fiestas. Esta noche debía celebrarse la última sesión de bous al carrer, que ha quedado anulada.

Hasta ahora y en lo que llevamos de año ya son siete las personas que han perdido la vida en festejos de ‘bous al carrer’ en la Comunitat Valenciana, lo que iguala la cifra a la peor que se recuerda en la última década, el año 2015, cuando fueron siete las vidas que se cobraron este tipo de fiestas, y que motivó, entre otras cuestiones, a que la Generalitat estableciera una normativa de festejos taurinos tradicionales mucho más completa en materia de seguridad, tanto para los participantes y espectadores como para los propios animales.