Fascinante. Hay un mundo que pasa desapercibido y que, sin embargo, es imprescindible para los ecosistemas y para aportar nutrientes a los valiosos suelos de los parajes naturales. Ahora la Marina Alta micológica sale a la luz. El Instituto d'Estudis Comarcals de la Marina Alta descubre la riqueza de setas y hongos de un territorio que, a priori, no es muy propicio para estos curiosos organismos.

"Els bolets de la Marina Alta". Ese es el título del calendario. Lo han elaborado Víctor Chornet, experto en hongos y setas y que es un apasionado de fotografiarlos (las imágenes del almanaque son fantásticas), Baptista Banyuls y Josep A. Ahuir. Además de las fotos de Víctor Chornet, también incluye de José María García Cardo y Emilio José Salvador.

El Institut d'Estudis Comarcals siempre aprovecha su calendario para "recolectar" (este año ese verbo es totalmente adecuado) singularidades de la Marina Alta y concienciar sobre la protección del patrimonio cultural y natural.

Racimo de "bolets de xop" en el tronco de un platanero de la calle Marqués de Campo Víctor Chornet

"Los hongos son una cultura milenaria. Aquí, en la Marina Alta, uno de los más conocidos es el 'bolet de garrofer'. También se conoce como 'pa de moro'. En les Rotes incluso se riega para que salga", explica Chornet.

Este experto sorprende. Las setas también salen en ambientes secos y aparentemente poco favorables. Ha fotografiado pequeñas setas en las dunas de arena de les Marines de Dénia o "bolets de xop" en los plataneros de Marqués de Campo. Una espectacular imagen de estas setas arracimadas en uno de los árboles de la principal calle de Dénia es la portada del calendario.

Setas comestibles que se pueden recolectar en la Marina Alta Víctor Chornet

"Los hongos son esenciales en la naturaleza", subraya Chornet. Advierte, claro, que hay setas que son mortales y otras que tienen alta carga de toxicidad. Por tanto, no hay que lanzarse alegremente a recolectarlos. En la Marina Alta, el "esclatasang" (comestible y buenísimo) se puede encontrar en la Vall d'Alcalà o la Vall d'Ebo. Mientras, el "bolet de garrofer" se consume bastante en Xàbia y Dénia.

Las fotografías del calendario descubren la variedad micológica de la Marina Alta. Ese mundo, a veces minúsculo (también hay setas de considerable tamaño, como la macrolepiota procera, que llega a los 40 centímetros de diámetro), sale a la luz. La belleza de la comarca surge como champiñones. Abunda, vamos.