Pioneras: dos mujeres fueron policías locales de Xàbia en 1968

Teresa Serrat y María José Ollero trabajaron un par de años de guardias municipales y tuvieron que dejar ese empleo cuando se quedaron embarazadas

Conciliar era entonces imposible

Teresa Serrat Albert, en el cruce del desvío a Dénia en el que solía dirigir el tráfico

Teresa Serrat Albert, en el cruce del desvío a Dénia en el que solía dirigir el tráfico / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La igualdad era entonces una quimera. Teresa Serrat Albert y María José Ollero Rodríguez tuvieron que hacer frente a muchas situaciones de machismo. Ellas fueron las primeras policías locales de Xàbia. Entraron en la plantilla en 1968. Las dos estuvieron un par de años trabajando de policías municipales. Tuvieron que dejar este empleo cuando se quedaron embarazadas. Conciliar resultaba entonces imposible.

Familiares de Teresa Serrat han querido recordar que estas dos mujeres fueron las auténticas pioneras. Tenían vocación de servicio público. Pero la discriminación que sufría entonces la mujer les impidió desarrollar su carrera profesional en la Policía Local.

María José Ollero Rodríguez, policía municipal de Xàbia en 1968

María José Ollero Rodríguez, policía municipal de Xàbia en 1968 / Levante-EMV

Ahora, en este cuerpo policial, se han producido las dos primeras jubilaciones de mujeres policías locales. Lola Ivars se ha jubilado tras casi 40 años ejerciendo esta profesión. Mientras, Jeannine Cantó, quien entró en la policía de Xàbia en 1991 y durante los últimos 22 años ha impartido en los colegios educación vial (más de 8.000 niños y niñas han asistido a sus clases), también se jubila ahora y ayer el ayuntamiento le hizo un homenaje.

Estas dos mujeres llegaron en otra época. También han tenido que hacer equilibrios para conciliar su vida familiar y laboral, pero ya la sociedad no era tan machista como aquella de 1968, cuando el desarrollismo franquista estaba en su clímax y ejercía una doble dictadura con la mujer, la de la falta de libertades que sufrían todos y la de quedar relegada al papel de dócil y entregada ama de casa.

María José con el uniforme de verano: bolso y minifalda yeyé

María José con el uniforme de verano: bolso y minifalda yeyé / Levante-EMV

Las fotografías facilitadas por la familia de Teresa Serrat muestran a estas dos chicas portando un curioso complemento del uniforme policial: el bolso. La uniformidad remarcaba la discriminación de género.

Zafio y recalcitrante machismo

A estas dos pioneras les tocó aguantar más de una grosería. Los familiares de Teresa cuentan que los hombres les solían espetar aquello de «deberías estar fregando en tu casa». Ser mujer y policía significaba enfrentarse al recalcitrante y zafio machismo. Un día que llovía a cántaros y que Teresa se refugió debajo de un balcón, un vecino le gritó que si fuera hombre estaría en medio de la calle calándose hasta los huesos. Estos comentarios denigrantes hacían, claro está, mella en estas pioneras. Ellas tenían entonces 19 y 20 años y les tocaba plantar cara a bravucones hechos y derechos.

Al quedarse embarazadas y tener hijos, no les quedó otra que renunciar a ese sueño de ser policías locales. A Teresa le encantaba dirigir el tráfico y, de hecho, en la fotografía facilitada por su familia, se la ve sonriente en el cruce del desvío hacía la carretera de les Planes de Dénia.

Estas dos mujeres tuvieron que dejar su vocación. Lucharon contra gigantes. Pero no hay que olvidar que ellas fueron las pioneras. Abrieron un camino. Demostraron valentía y que las mujeres, pese a la hostilidad de esa sociedad machista, podían ser policías locales.

Ahora que se destaca las magníficas trayectorias de Lola Ivars y Jeannine Cantó, dos grandes profesionales, también hay que recordar a las pioneras que no pudieron cumplir su sueño, pero que con su coraje empezaron a romper esquemas.