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"Hay que restringir más la movilidad a la gente intentando garantizar la economía"

Vicente Lafuente, que renunció a finales de 2019 a ser presidente de Feria València, asegura que aquel tren ya ha pasado para él y pide que el recinto se use como hospital de campaña en esta crisis

Vicente Lafuente

Vicente Lafuente (València, 1964) es un veterano ya de la dirigencia empresarial valenciana pese a no haber llegado aún a los sesenta años. Preside la patronal del metal Femeval desde 2005. Es vicepresidente de la patronal autonómica CEV y de la española de pequeñas empresas Cepyme. En este convulso inicio de siglo ha tenido, de alguna forma, que reinventarse como empresario. Cromados Lafuente, la firma familiar, cayó durane la Gran Recesión y Vicente Lafuente tuvo que reorientar el negocio «hacia un enfoque diferente dentro del mismo sector y hacia otro tipo de cliente, no las tiendas, sino proyectos. Con más subcontratas». Creó Protecmet y Metalrec, dedicadas a los recubrimientos metálicos y pinturas especiales orientados al sector técnico y de decoración. De momento, no tiene quejas, pese a la crisis que ha generado la pandemia.

¿En qué forma está impactando la covid a usted y a su empresa?

Cualquier empresa lo que necesita es estabilidad y poder desarrollar proyectos a medio y largo plazo y, en estos momentos, la inestabilidad es tan grande que tenemos que replantear la gestión de la empresa para llevarla prácticamente al día. Tienes que repensar inversiones, te replanteas la necesidad de hacer más contrataciones. Todo eso, al final, lo que hace es que la economía se contraiga.

Vistos los datos desbocados de la pandemia en la Comunitat Valenciana, ¿cree que las autoridades han sido demasiado laxas por la obsesión de salvar la Navidad y no hacer más daño a la hostelería?. Dicho de otro modo, ¿se debería haber cerrado antes?

Creo que no es una decisión única de nuestra comunidad. Si vemos a nivel mundial, las autoridades van dando palos de ciego. Se están buscando soluciones por parte de todos, pero nadie lo ha conseguido. Quiero poner en valor que en la Comunitat Valenciana se ha intentado encontrar el equilibrio entre sanidad y economía para que no suceda como en la primera ola, con el confinamiento total, pero, lamentablemente y debido a la irresponsabilidad de la sociedad, los resultados no han pertimido conseguirlo. Por lo tanto, consideramos que hay que imponer medidas más restrictivas de movilidad de la gente, intentando garantizar la actividad económica al máximo en la medida de lo posible. Al final, no solo influyen las normas que dictan las autoridades, sino también el comportamiento ciudadano.

¿Cuáles serían esas medidas más restrictivas?

Un toque de queda más corto. Por lo menos, bajarlo a las ocho de la tarde. Las medidas de confinamiento entre ciudades los fines de semana también son positivas, porque no reducen la actividad económica. En general, cualquier medida que permita compatibilizar la economía con la sanidad.

Pero hay muchos muertos

¿Y es culpa de la adminstración o nuestra?. Caen cuatro copos de nieve y la gente se arremolina en las montañas sin guardar distancias. Además, estamos relajando el uso de las mascarilas.

¿Cómo valora un empresario de la industria la dependencia del sector turístico que ha puesto en evidencia esta crisis?

Como presidente de Femeval y de la comisión de industria de la CEOE he reivindicado ante los políticos y en los medios de comunicación la necesidad de crear un modelo económico valenciano en el que, sin menoscabar la gran importancia que tienen el turismo y los servicios en nuestra económia, se potencie un mayor peso de todos los sectores industriales, que están manteniendo la actividad, están generando empleo de valor añadido y están sosteniendo el Estado de bienestar con los impuestos que genera su actividad.

¿Y eso cómo se hace?

Requiere un plan industrial con una alta dotación económica de unos 330 millones de euros si sacamos la media de inversión de otras autonomias. La Comunitat Valencia está muy por debajo de esa media. Por lo tanto, nuestra propuesta a todos los síndicos de los partidos valencianos y dada la precariedad económica de nuestra Administración, es eliminar gasto superfluo del sector público para reinvertirlo en este innogociable apoyo a la industria.

¿Cómo está el sector del metal?

Es un sector muy heterogéneo y podemos decir que a nivel general se ha ralentizado por la incidencia de la covid, pero se sigue manteniendo una aceptable actividad económica. Dicho esto, hay subsectores, como el automóvil, con otras problematicas y connotaciones, que están sufriendo una ralentización muy superior a la media. Es uno de los sectores en los que hay que hacer un trabajo importante para reconducirlo. Dicho esto, Femeval, inmersa en un plan estratégico,está proponiendo a las empresas una bateria de nuevos servicios para ayudarlas a que sean competitivas. Servicios basados en digitalización y en la formación del personal, entre otros.

Cada vez es más preocupante la situación de Ford, de la que dependen tantos empleos y tantas industrias auxiliares. ¿Es para estar muy inquietos?

Hay que estar inquietos con el automóvil, porque, previo a la covid, ya había un cambio radical con los nuevos hábitos de movilidad y con los nuevos tipos de motorizaciones y combustibles a utilizar, que generaban una distorsión importante en las empresas. Si a ello sumamos problemas específicos actuales como la carencia de suministro de microchips o el incremento de los precios de los metales, todo da lugar a una bomba perfecta que hay que intentar desactivar. Ahora bien, me gustaría diferenciar que por un lado está Ford, con su capacidad de tracción innegable, y, por otro, los centenares de empresas valencianas del sector de componentes que sí tienen la capacidad de decisión en la Comunitat Valenciana y con las que hay que trabajar conjuntamente para generar servicios relacionados con la formación y la digitalización para ayudarlas a reconvertirse.

Al principio de la crisis del coronavirus, una de las cuestiones que se vio de forma descarnada fue la falta de ciertos suministros, sobre todo sanitarios. Ahora se ven de otro estilo, como los microchips que están paralizando las fábricas de coches. ¿Qué está pasando con la cadena de valor en el ámbito internacional?

Está sometida a una guerra comercial mundial muy importante. Si la UE tiene difícil controlar la cadena de suministros, más aún lo tiene España. Por lo tanto, hay que generar políticas que ayuden a crear una cadena de valor para ser menos dependientes del exterior aunque los precios sean mayores. Hoy son los microchips y mañana será otra cosa.

¿Cuál es el gran peligro en el uso de los fondos europeos?

Los fondos europeos son una tabla de salvación que todos esperamos y, aunque me gustaría equivocarme, creo que van a generar bastante desengaño. Todo el mundo va a presentar proyectos, desde los países, las regiones, municipios y las empresas, de forma descoordinada y en volúmenes muy elevados y al final no va a haber para todos. Es imposible que todo se apruebe. Lo que está muy claro es que los proyectos tienen que ir encaminados hacia la digitalización, la economía sostenible y las energías renovables. En la medida que los proyectos vayan con ese enfoque habrá más posibildades de éxito y generaremos una economía diferente y más sostenible.

Cada vez son más evidentes las divergencias en el seno del Consell entre PSPV y Compromís, incluso en cuestiones tan básicas como la lucha contra la pandemia. ¿Cómo lo viven los empresarios? ¿Qué piden a los políticos?

En este momento, a los políticos les pedimos humildad y esfuerzo, que sean conscientes de que la situación sanitaria y económica requiere altura de miras y dejar rencillas y tensiones políticas al margen.

Usted podía haber sido en estos momentos presidente de Feria València. Tenía el apoyo total de políticos y empresarios, pero en noviembre de 2019, un día después de que José Vicente González dejara el cargo, rechazó la oferta. ¿El tiempo le ha dado la razón?

La situación de la covid ha agravado mucho un problema que ya teníamos en la Feria. Lo que quise transmitir en su momento es que, sin un acuerdo entre ayuntamiento y administracion autonómica, así como sin una clara definición del modelo de gestion de la feria, era imposible que el proyecto funcionara, fuera quien fuera el presidente. Dicho esto y viendo que por culpa de la covid la actividad ferial está paralizada por una parte y, por otra, teniendo en cuenta la gran inversion de la Administracion para sostenterla, creo que, de una manera provisional, habría que darle una utilidad pública a parte del recinto para que hubiera cierta actividad y no le resultara tan gravoso a la Administración.

¿Qué utilidad?

Por ejemplo, reutilizar los pabellones feriales como hospitales de campaña u otros usos parecidos.

¿Qué opina de la situación actual, con una institución al borde de la quiebra por la falta de acuerdo entre el Ayuntamiento de València y la Generalitat por la deuda? Los empresarios han pedido a ambas partes que pacten ya una solución.

Creo quye es exigible que lleguen a un acuerdo que no deje caer Feria València, porque, además, sería mucho más caro dejarla caer, sobre todo por la actividad que genera en nuestra autonomía.

Si se soluciona la dramática situación de Feria Valencia, ¿aceptaría ser presidente si se lo vuelven a proponer en el futuro o ese tren ya ha pasado para usted?

Considero que es un tren que pasó en su momento y no me planteo en absoluto en retomar el tema. Lo importante no es quién la presida, sino que se pueda gestionar bien.

Háganos un pronóstico para la economía valenciana en este año. ¿Será mejor o peor de lo que vaticinan administraciones y expertos?

Hay dos sectores, hostelería y turismo, con tanto peso en nuestro PIB, que, si no vuelven a un cierta normalidad, nuestro producto interior bruto bajará. Por contra y con el enfoque solo industrial, creo que habrá una recuperación menos rápida de la esperada a principios de año pero con una evolución positiva.

¿Está llegando la Comunitat Valenciana a unos niveles insostenibles de endeudamiento?

Sí, pero el gasto sanitario es prioritario. Esperemos que los fondos europeos sirvan para sostener económicamente dos patas importantes como son la sanidad y los ERTE para evitar el cierre de empresas.

¿Qué cambios en las empresas ha traído la covid que se quedarán cuando pase la pandemia?

Ha traído el valorar la cadena de suministro, el teletrabajo total o parcial, la manera de comunicarse entre empresas y sobre todo una mayor responsabilidad de los trabajadores en valorar la empresa para la que trabajan.

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