La fiesta de Moros y Cristianos celebró ayer el tradicional pregón, que corrió a cargo del concejal de Compromís, Pepe Gil, quien comenzó su discurso dando las buenas noches en la lengua que se hablaba en Sagunt en el siglo XIII.
El edil centró su intervención en la herencia que la época musulmana había dejado en Sagunt, desde patrimonio, gastronomía y agricultura, incluso bromeó con su segundo apellido Alcamí, al que consideró fruto de ésta. Ya entrado en materia, incitó a la lucha entre los dos bandos y no faltó la invitación al pueblo de Sagunt y a la comarca a que vivieran esta fiesta, que cumple 25 años, tal y como recordó Gil en su discurso
Junto al pregonero, en el balcón del ayuntamiento, permanecieron los representantes de la fiesta, abanderadas y capitanes, mientras en la calle les esperaban sus comparsas para desfilar minutos después ante la atenta mirada de decenas de personas que se agolparon en Camí Reial para verlos pasar.
Tras el pregón, los Moros y Cristianos se reunieron en la plaza de la Morería para disfrutar de la tradicional Nit d'Olla que finalizó con discomóvil.
