Gilet ha interpuesto cerca de 500 multas en la campaña de control de velocidad llevada a cabo durante la Semana Santa y Pascua. Pese a la información difundido por el ayuntamiento sobre la instalación de radares en distintos lugares de la población, muchos han sido los conductores que han vulnerado los límites de velocidad establecidos en la entrada del municipio y en la carretera de Sant Esperit, donde se habían aumentado desde los 30 kilómetro por hora hasta los 50.
A falta de hacer el recuento definitivo por parte de la Policía Local, fuentes municipales ya advertían de centenares de infracciones que podían alcanzar hasta el medio millar. «El primer día de campaña se pusieron casi un centenar», explicaban a Levante-EMV. Unas sanciones que oscilan entre los 50 y los 600 euros, aunque el alcalde, Salva Costa (PSPV), ha querido dejar claro que «la campaña no responde a un afán recaudatorio, sino para garantizar la seguridad de visitantes y vecinos y evitar que ocurran accidentes», como el sucedido hace unos años en el que un hombre perdió la vida tras ser arrollado por un coche que circulaba a mayor velocidad de la prevista en la carretera de Sant Esperit.
La campaña comenzaba el pasado viernes y finalizó el lunes, 2 de abril, cuatro días en los que un radar ha estado controlando que se cumplieran los límites de velocidad en el municipio y en los acceso a las urbanizaciones. Una iniciativa que el mandatario ha valorado de forma «positiva», ya que «no hemos tenido que lamentar ningún accidente».
Otra de las medidas de seguridad que se llevaron a cabo fue la apertura de un parking para 200 vehículos en el área recreativa de Sant Esperit, lo que evitó los estacionamientos en la carretera como en años anteriores. «El parking ha sido un éxito. A las 11de la mañana ya estaba completo», lo que obligó a cerrar el paso a los vehículos, que tuvieron que buscar aparcamiento en las urbanizaciones colindantes.
2.000 personas diarias
Es la primera vez que el ayuntamiento cobra por aparcar en esta zona, por lo que se calcula que el consistorio ha podido recaudar con la medida más de 3.000 euros, una cantidad que según el alcalde, se destinará a sufragar los gastos de los dos operarios que se han contratado para gestionar el mismo y mantener en condiciones el área recreativa , por la que han pasado estas Pascuas cerca de 2.000 personas diarias.
Esta cifra es inferior a la de años anteriores, ya que se ha visto afectada por el cierre de los paelleros durante la tarde del viernes y todo el sábado a consecuencia del viento.
