La campaña puesta en marcha por el Ayuntamiento de Gilet para concienciar a la población sobre la recogida de los excrementos de perro ha generado la reacción de varios vecinos, que, pese a aplaudir la medida, han criticado el estado de los pipicanes.
En concreto, las denuncias se centran en la zona habilitada detrás del consistorio,que está sin puertas y sin luz. Los vecinos recriminaba al equipo de gobierno que exija la recogida de las cacas de perro en las calles, cuando los lugares destinados a estos animales no reúnen las condiciones óptimas.
A este respecto, el alcalde, Salva Costa, ha reconocido que a ese pipican le arrancaron las puertas y que siguen sin reponerse, además de admitir que no tiene luz, un problema que «se va a intentar solucionar», adelantaba a Levante-EMV. Sin embargo, también aclaraba que «algunos vecinos no llegan ni al pipican, se quedan a mitad camino y allí sus mascotas hacen caca dejando la zona hecha un asco, siempre llena de excrementos. Como está más escondido se aprovecha por algunos para que el animal campe a sus anchas», añade Costa.
Pese al problema que pueda haber en este recinto para perros, Costa señala que este no es el único pipican que hay en Gilet, por lo que «no es excusa» y enumeraba otros tres que están en perfectas condiciones.
