El pasado mes de mayo, 182 trabajadores consiguieron abandonar las listas de desempleo en el Camp de Morvedre. Un dato que sitúa el número de parados en la comarca en 6.196 personas. Con esta cifra el desempleo en la comarca acumula un descenso interanual del 8,4 %. Sin embargo, cuando se analizan con más detenimiento los datos oficiales del Servef, pronto se descubre que esta recuperación del empleo no se está distribuyendo por igual entre todos los sectores sociales.
De hecho, en algunos casos el desempleo, lejos de disminuir, continúa creciendo. Es lo que ocurre con uno de los colectivos más vulnerables en el actual mercado laboral, los jóvenes. Y es que el paro mantiene una tendencia creciente entre los menores de 25 años de la comarca. En concreto, el número de demandantes de empleo inscritos en el Sevef durante el mes de mayo se situaba en 499 personas, un 7 % más que en este mismo mes de 2017.
El fenómeno vendría en gran media influido por los propios signos de recuperación económica, que estaría animando a más jóvenes a intentar de incorporarse a un mercado aparentemente con mayor dinamismo que, sin embargo, estaría dejándolos al margen. Este repunte está afectando especialmente a los chicos. Entre ellos el paro aumenta un 8,3 %, frente a la subida del 5,4 % registrado entre las chicas.
Este fenómeno vendría determinado por el mayor retraso que se da entre las mujeres a la hora de incorporarse al mercado laboral. De hecho, si entre el conjunto de desempleados las mujeres representan el 58,3 % del total, entre el colectivo de los menores de 25 años se sitúa en el 42, 6 %.
En el resto de franjas de edad el paro interanual ha bajado, especialmente entre los desempleados de entre 25 y 44 años, que acumulan un descenso del 11 %. Por su parte, el desempleo cayó en los últimos doce meses un 7 % en el colectivo de mayores 44 años.
En cualquier caso, tampoco estos descensos son homogéneos. En este sentido, los datos ponen de relieve que junto al factor generacional, la variante de género se mantiene como una de las principales causas de desigualdad en el mercado laboral.
Así, el grupo que se ha visto más beneficiado por el descenso del paro en el último año ha sido el colectivo de hombres con edades entre los 25 y los 44 años. Entre ellos, el desempleo interanual experimentaba una caída del 15,7 %, lo que supone casi el doble que la media comarcal entre el total de parados. En ese mismo tramo de edades, el retroceso del paro entre las mujeres no superaba en el 9,7%. Esta feminización del desempleo es, además, especialmente clara entre este colectivo ya que del total de parados de esta edad, el 64,6 % son mujeres.
Pero será en la siguiente franja de edad, donde la discriminación de género adquiere una plasmación más evidente. En concreto, el desempleo entre los varones mayores de 44 años acumulaba en mayo un descenso interanual del 11,7 %; sin embargo, entre las mujeres esa caída se desplomaba hasta situarse en un casi anecdótico 3,2 %.
De este modo, los últimos datos de mayo nos dibujan una radiografía del mercado laboral en el Camp de Morvedre que sigue sin poder integrar de forma homogénea a la toda la sociedad, dejando fuera a dos grandes colectivos: los jóvenes y las mujeres. Unas mujeres que continúan retrasando su entrada en el mundo laboral ante la perspectiva de una mayor dificultad para integrarse en el mercado de trabajo que, además, se agravará con la edad.
