Los caprichos del calendario han querido que el Fertiberia BM Puerto inicie su penitencia de plata en el feudo del principal rival para reconquistar la categoría perdida. Los rojiblancos, ya desde ayer en Segovia, se miden al Viveros Herol BM Nava, que la pasada temporada se quedó a las puertas de Asobal y en este nuevo curso «tiene la plantilla más amplia de División de Honor Plata», según reconoce el técnico valenciano, Vicent Nogués.
Los segovianos destacan fundamentalmente porque «tienen dos y hasta tres jugadores por puesto, además de buenos primeras líneas. También defienden bien tanto con un 6:0 con muchas salidas como con un 5:1, pero nosotros tenemos bien preparado el partido, buscaremos nuestras bazas y sabemos lo que tenemos que hacer para ganar». En la cancha del Navas, que es un frontón a falta de que se acaben las obras de su nuevo pabellón, solo el Alcobendas ganó en liga la pasada temporada, una buena referencia para los porteños porque los madrileños fueron uno de los equipos que ascendió.
La expedición del Fertiberia, que partió ayer después de comer, solo tiene la baja de Toni Alegre, a quien una lesión de rodilla le mantendrá alejado del balonmano durante unos meses. Esta ausencia se produce en el peor momento, ya que los rojiblancos se quedan sin extremo izquierdo, mientras sigue sin resolverse el conflicto entre el club rojiblanco y Josep Folques. La solución de Nogués llegará de la cantera, ya que Óscar García, integrado ya en el primer equipo, Ángel López y Javier Manzano es la tripleta que tiene en mente para ocupar esa zona.
Sobre el futuro de Folques, que entrena pero no juega con el Benidorm después de que el Fertiberia esgrimiera el contrato que le unía con el jugador, el comité de competición sigue sin pronunciarse y los rojiblancos se mantienen firmes en su intención de recuperarle.
Quien si está disponible, aunque entre algodones, es Nacho Mirallave, quien todavía no ha podido sumarse al ritmo normal de entrenamientos.
