La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha confirmado a Levante-EMV que la gola de Quartell estará restaurada para fallas. Con este anuncio se pone fin a 20 años de espera desde que este desagüe natural al mar dejó de funcionar, lo que ha generado daños de importancia tanto en la agricultura como en el medio ambiente, dadas las continuas inundaciones que viene padeciendo la zona en época de lluvias, ante la falta de una turbina que regule la entrada y salida de agua al mar.
Según ha confirmado la propia administración, se están acometiendo pequeñas modificaciones técnicas en el proyecto que no tardarán en resolverse, por lo que se espera que la obra pueda comenzar en breve, a finales de octubre o principios de noviembre con el objetivo de que esté finalizada en marzo, puesto que el plazo de ejecución de la misma es de siete meses. Pero además, ya se ha firmado el acta de ocupación que permite la presencia de las máquinas en la gola, tal y como han afirmado fuentes cercanas a la conselleria.
El principal problema de la instalación son los continuos taponamientos que padece a casusa del depósito de sedimentos en la desembocadura, impidiendo que el agua llegue al mar de forma natural. Esta falta de desagüe provoca importante inundaciones tanto en las urbanizaciones cercanas como en las zonas de cultivo, donde durante años se han contabilizados pérdidas de importancia. También se han visto afectadas granjas y cuadras de caballos incluso con pérdidas de animales.
La falta de una regulación del sistema hídrico que recae en esta gola, también ha afectado a la avifauna, que ha padecido problemas de nidificación, puesto que la subida y bajada constante de niveles de agua han hecho desaparecer algunos nidos, arrastrándolos en época de cría. Esto ha ocasionado que varias aves hayan buscado zonas más tranquilas para la nidificación, muy cerca del marjal de Almardà como en el marjal dels Moros o en Almenara, tal y como afirmaban desde Acció Ecologista Agró.
Grupo de bombeo
La actuación prevista, que cuenta con un presupuesto de 462.511 euros se centra en la restauración del funcionamiento de la gola para el control de los niveles de agua en el marjal de Almardà-Almenara, catalogado como Lugar de interés comunitario (LIC) y zona de especial protección para aves (ZEPA), reconocimientos a los que se suma su reciente inclusión en el convenio Ramsar.
Para regular la salida y entrada de agua en el humedal y evitar inundaciones en el casco urbano, el proyecto, que ha sido redactado por la empresa Vaersa, contempla la instalación de una turbina «que sea capaz de elevar el agua por encima de la cota de la tierra que tapona la salida al mar y de esta manera ir resolviendo este aterramiento», recoge la memoria. Este grupo de bombeo, encargado del drenaje, se colocará en una nave y a esto se añade la instalación de una tubería de acero en el interior del cauce de la gola por donde se bombeará el agua a presión que queda estancada en el canal hasta las mismas compuertas.
Más de 2.000 hanegadas de tierra abandonadas
Las consecuencias de la falta de una turbina en la gola que regule la entrada y salida de agua al mar ha acabado con la paciencia de muchos agricultores de la zona que han tenido que añadir a sus gastos de producción el gasto extra de tener que achicar agua de sus propiedades para poder salvar sus cosechas. En los últimos años, estos costos en gasolina y en maquinaria para sacar el agua de los campos, se han contabilizado en más de 15.000 euros anuales;. «calculamos que llevamos gastados de media en los últimos años cerca de 30.000 litros de gasoil», decía uno de los afectados. Estos agricultores relacionan el abandono de tierras el marjal con los problemas de agua que han padecido, más de 2.000 hanegadas en los últimos 10 años. Por otro lado, los vecinos también han sufrido el agua en sus casas y aunque la solución al problema se viene reivindicando desde hace 20 años, tanto unos como otros, esperan no tener que hacerlo una vez más y que este anuncio de la conselleria de iniciar las obras sea el definitivo.
