Cerca de 33 muertos, más de un centenar de heridos y decenas de edificios destruidos fue la huella que dejó el más sangriento de los bombardeos que sufrió Sagunt durante la Guerra Civil Española. Un episodio de la historia muy desconocido por las nuevas generaciones que un grupo de investigadores ha querido rescatar del olvido y poner en valor a través de un documental en el que se rememora aquel fatídico 22 de diciembre de 1937, en su 80 aniversario.
«La mort ve del cel» es el título de este excelente trabajo audiovisual, en el que se narra lo sucedido ese día de mercado, donde parte de la ciudad de Sagunt fue bombardeada por el frente nacional con tres aviones de lo que se conocía como la línea de Mallorca, en la que participaron voluntarios de la aviación italiana, con una «intención manifiesta» de atacar a la población civil. Las bombas cayeron este día sobre la zona de almacenes y en los principales nudos de comunicación como la estación, la antigua N-340 y la calle València. Entre los muertos y los heridos habían niños, ya que sus madres los llevaban con ellas como en otras ocasiones a los almacenes durante su jornada laboral.
Éste es el primer trabajo de una serie de ocho documentales que coordina el investigador Juanfran Gómez, bajo la dirección de José Luis Lozano, responsable del Gabinete de Comunicación de Sagunt, administración que participa en este proyecto, cuyo objetivo es dar a conocer esta parte de la historia de la ciudad y poner en valor su patrimonio, al que se le ha dado muy poca visibilidad y apenas importancia pese a tenerla. Uno de los vestigios más destacados son las baterías de Costa que existen junto al Grau Vell, construcciones para almacenar la munición y elementos de servicio para colocar los grandes cañones que protegían a la ciudad de los ataques por mar.
A través de estos documentos audiovisuales se desvela el importante papel que jugó la siderurgia en este conflicto bélico que al reconvertirse en fábrica de material bélico puso a Sagunt en el punto de mira del bando nacional y lo convirtió en objetivo militar de primer orden. Demasiados fueron los bombardeos que padeció la fábrica y pese a esta coyuntura su producción se mantuvo a niveles de los años sin conflicto. Se cuenta que había refugios donde los trabajadores se escondían y que al cesar las bombas todo volvía a la normalidad. «Se creó el mito de que trabajaron bajo las bombas», decía un historiador.
Además de «La Mort ve del cel», ya se está trabajando en los otros siete documentales. Uno de ellos se dedicará a la batería Gottwald en Sagunt, la brigada de voluntarios internacional que manejaba un cañón antiaéreo para proteger a la ciudad de los bombardeos italianos. Otro quiere abordar el patrimonio, la Batalla de Levante, la influencia de la Fábrica en la guerra e incluso la vida cotidiana, que fue muy difícil tras el conflicto, con mas de 1.500 edificios destrozados, sin luz y agua en algunas zonas, sin recursos, lo que obligó a muchos saguntinos a emigrar.
