La Diputación de València ha sacado a concurso el contrato de obras de casi 488.000 euros para la construcción de una rotonda en el conocido como cruce del Barranco del Cano, que se encuentra en la intersección entre el camino viejo de Teruel y la CV-324, vía está última que enlaza por Petrés la N-234 y la N-340. Hace unos meses, el organismo provincial ya anunció los avances en este proyecto, que persigue eliminar esta «intersección muy peligrosa», hasta el extremo de ser considerada un «punto conflictivo» en el que «de forma periódica se produce algún accidente de mayor o menor gravedad».

Según el último libro de aforos de la diputación, el tráfico diario por este punto ronda los 1.729 vehículos, de los cuales 275 son pesados. Y es que esta CV-324 también enlaza la A-23 con la A-7 y conecta con Sagunt, además de suponer uno de los principales accesos tanto a Petrés como a un gran número de urbanizaciones de esta localidad, de la capital comarcal y de Albalat dels Tarongers.

Actualmente este cruce cuenta con radios de giro muy reducidos y visibilidad limitada, situación agravada porque buena parte del tráfico «accede ilegalmente y en condiciones precarias», según los técnicos de la administración provincial, a través de un túnel de drenaje bajo la autopista A-7.

La diputación trabaja desde 2007 en la solución de estos problemas y, después de barajar varias opciones, la alternativa elegida consiste en la construcción de una rotonda de 20 metros de radio exterior, con calzada anular de dos carriles de 4 metros de ancho cada uno, arcén interior de medio metro, exterior de un metro, islote central de 11,5 metros de radio y acera circular de 1 metro.

El proyecto, que fija un plazo de ejecución de 4 meses, también contempla la adecuación de los cuatro ramales de acceso en una longitud aproximada de 100 metros con una calzada de dos carriles de 3,5 metros cada uno.