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Blasco, entre la intimidad y la provocación

El último montaje de Alexandro Guerra y Pere Bodí cautiva en Benifairó por su atrevida apuesta

Un momento de la representación. c. marqués

El dúo Bodí-Guerra ha sorprendido una vez más a un público que sucumbió en Benifairó de les Valls ante la grandilocuencia de su último trrabajo, Blasco. Un espectáculo complejo capaz de comunicar la caleidoscópica figura del creador valenciano. Escritor, crítico, periodista, agitador entre otros múltiples matices sobre Blasco Ibáñez crecen en escena de la mano de Alexandro Guerra y Pere Bodí. La figura del literato desplegada por los bailarines cobra fuerza desde la expresividad del montaje capaz de rememorar la devastación de la guerra o la el griterío contrastado de una plaza de toros.

La apuesta de los creadores de este espectáculo versátil que ciñe su representación al espacio en que se presenta logró momentos de máxima calidad. El público se manifestó admirado ante la atrevida apuesta de los bailarines. «La animalidad expresiva y aterciopelada de Alex Guerra combinada con la energía expansiva, centrífuga, dulce y amarga de Pere Bodí convierten este montaje no solo en un espectáculo para los sentidos sino un espectáculo verdaderamente necesario» apuntaba el dramaturgo Ismael Carretero tras ver el espectáculo.

Blasco presenta ante el espectador una constante interpelación. «Cada vez que nos ponemos a estudiar a Blasco Ibáñez, nos encontramos con un universo tan rico que nos resulta difícil condensar en una hora de espectáculo, la vida y obra de un escritor que supo describir tan bien su tierra desde una mirada universal. En Blasco no se separa vida y obra» apuntaba Alexandro Guerra.

Entre los asistentes a la representación múltiples personalidades del mundo de la cultura y del teatro que ensalzaron el potencial expresivo de la propuesta. Pere Bodí por su parte quiso poner el acento sobre el público. «Este espectáculo lo creamos pensando en bibliotecas. A pesar que en un primer momento no contemplamos la posibilidad de contar con un público infantil; hemos visto cómo los niños y niñas que asistieron lo siguieron con gran atención; aspecto que refuerza la universalidad de la obra de Blasco».

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