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La reforzada Crida convence

La Fallera Mayor hizo un guiño a la proyección turística de la fiesta saludando en ocho idiomas

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Cridà en el Port de Sagunt

Las novedades incorporadas este año en la Crida por la Federación Junta Fallera de Sagunt (FJFS) convencieron a los asistentes de uno de los eventos falleros más importantes de este mes de febrero, el que marca el inicio oficial de la fiesta en El Camp de Morvedre y que, este año, después de algunos ejercicios, volvía a la Tenencia de Alcaldía del Port de Sagunt. El video mapping, un espectacular castillo de fuegos artificiales, el reparto de 1.500 bocadillos de dos tortillas gigantes y el broche final con la orquesta Liverpool pusieron la guinda del pastel de un acto que se ha venido reforzando.

Este evento estuvo protagonizado por las Falleras Mayores de la FJFS, Paula Marrón Pérez e Inés Miret Herrero quienes, para la ocasión, lucieron sus trajes oficiales con la seda «Sagunto» para el que estrenaron un corpiño de manga larga, al igual que sus Cortes de Honor que llevaron sus vestidos con el dibujo «Morvedre».

No se quisieron perder este evento el presidente de la Diputación de València y alcalde de Faura, Toni Gaspar, los alcaldes de Sagunt y Gilet, Quico Fernández y Salva Costa, respectivamente, así como concejales de la corporación saguntina como de la delegada de Fiestas y Cultura Popular, Asun Moll, entre otros.

En primer lugar, se llevó a cabo la entrega de las máximas recompensas que otorga tanto la FJFS como la Junta Central Fallera. El momento más emotivo de la tarde fue cuando subieron dos falleras de solera a recoger la máxima recompensa que otorga la FJFS, el Masclet d'Alta Distinció al Mérit Faller: Mª Enri Olmos Saus, de la falla Luis Cendoya, y Mª Vicenta Sayas Martínez, de la comisión Plaza Rodrigo.

Muy aplaudido también fue el discurso de la Fallera Mayor de la FJFS, quien destacó todos los aspectos de la fiesta josefina, haciendo especial hincapié en el importante papel de la mujer en estos festejos. Además, habló de una fiesta abierta a la ciudadanía y a los turistas que nos visitan cada mes de marzo; es por este motivo por el cual, de una manera muy original, ayudada por su Corte de Honor y por su compañera de reinado, Inés Miret, dio la bienvenida en ocho idiomas distintos.

Finalmente, un año más, se pudo ver un audiovisual de video mapping donde el fuego, la historia y un fantástico dragón evocaron diferentes temas de la fiesta, como la plantà o cremà. Tras los himnos y el disparo de un espectacular castillo de fuegos artificiales se cerró la Crida en sí.

Bien es cierto que, aunque se han introducido algunos cambios para otorgarle al acto la importancia que requiere, sigue voces críticas que lamentan, por un lado, el cambio de lugar, que no acabó de convencer, o el tiempo dedicado a la entrega de recompensas, a pesar de que en los últimos años ha llegado a reducirse a más de la mitad. Además, a algunos asistentes tampoco les gustó que las tortillas se estuvieran cocinando cerca del lugar, por el olor que desprendía, tratándose de un acto solemne. No obstante, la alegría fue generalizada por el inicio de las Fallas y dominó la fiesta posterior.

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