El hallazgo de 15 perforaciones ilegales catalogadas como «peligrosas» ha hecho saltar las alarmas en Sagunt por la posibilidad de que se repita una tragedia como la que hace unas semanas sacudió la localidad malagueña de Totalán. Fue a raíz de ese episodio cuando el Consell Agrari abrió una investigación sobre el riesgo de que un caso como el del pequeño Julen, que murió después de caer decenas de metros por un estrecho agujero, ocurriera en la vasta superficie rural de la capital de El Camp de Morvedre.

De esta forma, entre las informaciones recopiladas y las batidas de los guardias rurales, el ayuntamiento ha elaborado un inventario con 15 pozos «de ciertas dimensiones -hasta el punto de caber una persona-, sin tapar y sin señalizar», apunta el presidente del Consell Agrari de Sagunt, Enric Ariño, quien admite que éstos solo son «algunos» de los que hay en el término municipal.

Por este motivo, el alcalde, Quico Fernández, hace un llamamiento a «los propietarios de terrenos en los que haya algún agujero de este tipo para que lo tapen de forma adecuada». A esas palabras se suman las del también edil de Compromís, quien pide colaboración a la ciudadanía para la detección de estas perforaciones, con el objetivo de «no tener que lamentar ningún incidente», señala Ariño. «Después del desgraciado accidente del niño en Totalán, hay más alarma y sensibilidad para localizar esas perforaciones y actuar», insiste Fernández.

Una primera reacción al hallazgo de estos pozos ilegales fue señalizar con cinta los que se consideraron más peligrosos, según apunta el presidente del Consell Agrari de Sagunt, una tarea que todavía está pendiente de acabar para minimizar el riesgo en todas las perforaciones detectadas.

A este respecto, Fernández apunta que «la orden es señalizar los agujeros y taparlos», forma de actuar que suele emplearse en casos como el robo de una trapa de alcantarillado, que «se resuelve de forma casi inmediata», destaca el alcalde de Sagunt. Sin embargo, la actuación en los pozos no resulta tan sencilla para la adopción de medidas que eliminen todo el riesgo, ya que, según confiesa Ariño, «no tenemos claro quién tiene la competencia para sellarlos. Entiendo que debe ser la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es la que concede los permisos de perforación, pero lo tenemos que confirmar».

Censo de agujeros

En esta misma línea, el consistorio ya se ha puesto en contacto con la Generalitat Valenciana para la confección de un censo más completo de estas perforaciones ilegales y peligrosas. El ayuntamiento, por el momento, se tiene que conformar con un mapa con la localización de algunos de estos pozos, que están repartidos entre las partidas de Rubio (3), La Marjal (3), Els Rolls (2), Montíber (1) , Romeu (1), Les Gerretes (1), el Monte Caruana (1), Gravals (1), Cau (1) y la carretera Puçol-Canet (1), según el inventario del Consell Agrari.