Las obras realizadas por el Ayuntamiento de Gilet en plena Calderona sin un permiso escrito previo de la Conselleria de Medio Ambiente han acabado siendo denunciadas ante la Fiscalía.
15 días después de comunicar estos hechos al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, varios vecinos de la localidad los notificaron a la Fiscalía, instándole a que investigue si ha habido un «delito medioambiental» en la zanja abierta por el consistorio con tal instalar un cable de telefonía; una medida que, según el alcalde, Salva Costa, fue impulsada «con el visto bueno verbal de la conselleria, para adelantar en todo lo posible la instalación de un repetidor que permita acabar con la falta de cobertura en varias urbanizaciones».
En su escrito a la Fiscalía, los vecinos insisten en que las obras «carecen de cobertura legal» y se han realizado «conculcando la normativa de protección medioambiental referentes al Parque Natural de Sierra Calderona».
Los denunciantes aseguraban a Levante-EMV haber dado ese paso al ver que, desde que denunciaron lo ocurrido ante el Seprona de la Guardia Civil y se ordenó paralizar estos trabajos, «todo sigue prácticamente igual en la montaña; sólo han recogido un tramo pero no se ha desmontado», decían.
A ello añadían su temor a que estas tareas realizadas «sin estudio de impacto ambiental, ni permiso de ningún tipo» acaben elevando el riesgo de incendio. «Es como haber dejado una cerilla en un montón de paja», comentaba uno de ellos.
El alcalde, sin embargo, descarta esta última posibilidad e insiste en que desde la Dirección Territorial «dieron permiso verbal porque vieron que no había problema en hacer una pequeña zanja y tirar el cable para adelantar el trabajo», aseguraba ayer Salva Costa (PSPV) a este diario.
El primer edil también remarcó que, tras la denuncia al Seprona, el ayuntamiento «ha retirado lo que nos dijeron los guardas forestales de la Conselleria de Medio Ambiente», es decir, el cable colocado desde el depósito al lugar donde va el repetidor.
Cable que se mantiene
Ahora bien, reconocía que «los otros 600 metros de cable instalados desde la balsa hasta el depósito de agua se han dejado en el monte al descartar los forestales riesgo de incendios, por estar protegidos por un tubo de cobre y otro corrugado, y para no deshacer una faena que cuesta más de 10 días», apuntaba subrayando su confianza en obtener el permiso definitivo «y se pueda instalar el repetidor, para que así resolver al fin el problema de la falta de cobertura, como quieren muchas urbanizaciones».Los vecinos, en cualquier caso, esperaban que la Fiscalía abra una investigación y determine si hay responsabilidades por unas obras que, a su juicio, «nunca debieron empezar a ejecutarse hasta ver si se ajustan a Ley».
