Lejos de que el paso de los años permita vislumbrar una salida a la desalinizadora de Sagunt, que sigue sin vender ni un litro de agua después de que hayan transcurrido 6 años desde que se diera por acabada la construcción con una inversión superior a los 40 millones de euros, cada nuevo dato que se conoce parece complicar una solución que satisfaga a todas las partes.
En este sentido, el ayuntamiento siempre ha mantenido que el paso previo a desbloquear la puesta en marcha de la planta pasa por cambiar las condiciones del convenio de amortización, mantenimiento y explotación firmado a principios de 2007 entre el consistorio y Acuamed, que contempla pagos mínimos de 1,5 millones al año que deberían salir de las arcas municipales.
Sin embargo, desde Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), reconocen a Levante-EMV que «no se está negociando cambiar las condiciones de financiación y explotación. Lo que hemos propuesto es un acuerdo provisional de tres años de duración con unas tarifas y condiciones de suministro transitorios más favorables al ayuntamiento».
Cabe recordar que el gobierno municipal llevó a pleno hace unos meses la propuesta de la empresa estatal de servirle a Sagunt 1,8 hm3 en tres años a cambio de cerca de 900.000 euros, propuesta que finalmente se tumbó con la excusa de que la parcela que ocupa la planta no cumplía todos los requisitos urbanísticos.
Sin embargo, Acuamed insiste en que solo «si se firmara el acuerdo provisional y durante la vigencia del mismo, se trataría de llegar a acuerdos con otros posibles usuarios de esta planta para, en tal caso, renegociar las condiciones del convenio original».
En este sentido, estas mismas fuentes reconocen que ya se han puesto en contacto con el nuevo gobierno municipal para «retomar la vía del acuerdo provisional».
