el aviso de un agricultor permitió rescatar con vida a un búho real que volaba bajo cerca del pozo de San Antonio, tropezó con la tela metálica que rodea una balsa y cayó al suelo. El propio alcalde, Ernest Buralla, acudió con un operario a recogerlo al encontrarse con que ninguna otra institución le daba alternativa. Así, entre los tres lograron meterlo en una caja hasta que personal del Centro de Conservación del Saler fue a por él y confirmó, tras una primera observación, que no tenía signos de haberse dañado en una red eléctrica, como ha pasado otras veces.