El Ministerio de Fomento no está dispuesto a someterse fácilmente a la presión que llega desde Sagunt, Les Corts Valencianes e incluso el Congreso de los Diputados para acometer la inversión necesaria, entre 2,6 y 5,2 millones de euros, que prolongue el acceso ferroviario de pasajeros hasta el Port mediante el servicio de Cercanías desde Sagunt.
Esas previsiones económicas fueron una estimación de Ineco, la consultora de referencia del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), en un estudio funcional encargado por la Generalitat y aprobado en septiembre de 2015. Sin embargo y pese a que este documento ha resultado básico en la reivindicación de esta infraestructura, que motivó hace unos meses una multitudinaria manifestación, desde Madrid insisten en señalar que presenta carencias que obligan a elaborar un estudio de viabilidad más pormenorizado.
En declaraciones a Levante-EMV, fuentes de Fomento señalan que el trabajo de Ineco «no incluye un estudio de demanda y rentabilidad de la actuación y obvia la dificultad de utilizar el actual ramal de acceso al Puerto, que se trata de una línea de ferrocarril privada». Esta vía, según se recoge en la información oficial, está sujeta a contratos sobre concesiones, mantenimiento, explotación y utilización entre Adif y ArcelorMittal, «siendo prioritarios los tráficos de esta última».
Esas son las «importantes dificultades técnicas» que el ministerio encabezado por José Luis Ábalos esgrimió hace unas semanas para responder a la diputada de Unides Podem, Roser Maestro, cuando ésta se interesó por el desarrollo de este proyecto. En su pregunta sobre este tema, la exconcejala de Sagunt también sustentó su reclamación en el informe de Ineco, que, según Fomento, «no cuenta un estudio riguroso de demanda y rentabilidad para determinar si la implantación de un servicio de Cercanías sería la alternativa más adecuada a la movilidad».
De esta forma, el ministerio reitera que estos aspectos deben analizarse mejor y también considera necesario que se elabore «un estudio de la capacidad de la línea Sagunto-Valencia, dado el elevado grado de saturación actual y el importante crecimiento de tráficos previsto por la mejora de la infraestructura en todo el Corredor Mediterráneo», según añaden fuentes oficiales a preguntas de este rotativo.
Consenso roto
Estas puntualizaciones desde Madrid se unen a otros pronunciamientos emitidos desde el Gobierno, como las palabras en el Senado del secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y vivienda, Pedro Saura, para concluir que el proyecto del tren de pasajeros hasta el Port ha sufrido un serio revés, después de que el aparente consenso entre las administraciones estatal, autonómica y local se haya roto, justo cuando su gestión está encabezada por el mismo partido, en este caso el PSPV.
Y es que el Ayuntamiento de Sagunt fue el primero en impulsar esta infraestructura a través de una moción apoyada de forma unánime. Poco después fueron las Corts, las que se posicionaron a favor, hasta el punto de encargar a Ineco la redacción del estudio funcional. Este impulso desde las instituciones, frenado en su llegada a Madrid, también cuenta con un significativo apoyo popular, como demuestra la creación de una plataforma ciudadana, en la que están englobadas muchas de los principales colectivos locales, desde asociaciones de vecinos a partidos políticos pasando por organizaciones sindicales y empresariales.
