El Instituto Nacional de Estadística, la Agencia Tributaria y la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo han coincidido durante estos días en presentar sus datos sobre las condiciones de vida en sus respectivos ámbitos y una de las principales conclusiones en la comarca es que, mientras aumenta de forma generalizada la renta media de los hogares, la tasa de pobreza relativa alcanza máximos históricos y la absoluta refleja que más de uno de cada cuatro vecinos de El Camp de Morvedre malvive en el umbral de la exclusión social por motivos económicos.
Este último indicador recoge criterios de la estrategia de la Unión Europea y considera a las personas en riesgo de pobreza a aquellas cuyos ingresos no superar el 60 % de la media de sus vecinos de población; que sufren carencia material severa o que trabajan menos de tres meses durante el año de referencia. En este caso se encontraba en 2018 el 25,2 % de los residentes en Morvedre, porcentaje que se encuentra dos puntos por debajo de la media autonómica y casi uno por detrás del anterior ejercicio.
Sin embargo, esta ligera mejoría contrasta con los indicadores de pobreza relativa, en la que se sitúan las personas que no llegan al 60 % de los ingresos medios. En este caso, la tasa comarcal alcanza máximos históricos por encima del 20 %, nivel preocupante al que se une la brecha de género, con casi un 3 % de mujeres afectadas por encima de los hombres. En cualquier caso, la peor parte de este estudio se lo llevan los menores de 16 años, ya que más del 26 % se encuentra por debajo de este umbral.
Pero no todo son puntos negros en la evolución de estos datos sobre condiciones de vida, ya que la renta anual por unidad de consumo, que asigna un peso de 1 al primer miembro adulto del hogar, 0,5 al resto y 0,3 a los menores, aumentó en 2018 por cuarto año consecutivo hasta los casi 15.800 euros.Este repunte desde los poco más de 14.000 estimados en 2014 no permite todavía recuperar los niveles de 2012, cuando se rozaban los 16.000 euros.
Privación material
Otras de las variables con evolución positiva es la tasa de privación material, que mide la carencia en el hogar de tres o cuatro conceptos entre los retrasos en el pago de los recibos relacionados con el hogar, mantener la casa a una temperatura adecuada en invierno, afrontar gastos imprevistos, comer carne o pescado cada dos días, ir de vacaciones al menos una semana al año, así como tener coche, lavadora, televisión y teléfono.
Sin tres de estos elementos se encuentra algo más del 10 % de los hogares, por el 15 % de un año antes, mientras que fallan en cuatro de estos conceptos, lo que se considera privación severa, un 2,5 %, por el 6,7 % de 2017. Además de la mejoría, El Camp de Morvedre se encuentra en ambos casos por debajo de los promedios tanto autonómico como provincial, según los datos de la Generalitat.
