Una revisión en clave de danza del vuelo del Phoenix de la mano de los bailarines del Camp de Morvedre Pere Bodí y Àlvar Pradas. Bajo la dirección artística y coreográfica de Alexsandro Guerra, los bailarines interpretan la fuerza del ave que renace de sus propias cenizas.

La fuerza interpretativa de Pradas y Bodi se nutre de una escenografía sumamente sugerente en la que la conformación del nido y su trasposición vertebra un espectáculo sumamente potente.