Una postura de unidad y firmeza contra la violencia machista. Éste es el mensaje que lanzaron en el último pleno de Sagunt todos los grupos políticos cuando el único edil de Vox, Alejandro Vila, defendió sin éxito la reforma de la unidad policial contra la violencia machista de modo que abarque también todo el espectro interfamiliar, algo que el resto de partidos siempre ha rechazado al entender que eso diluye la problemática y no le da ni el tratamiento ni la relevancia que requiere.
Vila defendió igualmente ampliar los efectivos de esa unidad, pero su exposición volvió a tensar el pleno como ya había hecho al inicio de la sesión cuando se debatió el reconocimiento al sindicalista Viente Madrid y lapropuesta del PSOE de apostar por festivales más igualitarios y libres de machismo. En este caso, el momento más álgido fue casi antes de pasar a la votación, cuando el edil de Vox acusó al resto de concejales de «ser cómplices» en caso de que haya más ataques de este tipo si, como al final hicieron, rechazaban su moción.
El alcalde, el socialista Darío Moreno, no dudó en tomar la palabra para pedirle que rectificara «de inmediato» y preguntarle cómo se atrevía a decir esas cosas «por no compartir tu visión de que la violencia doméstica es lo mismo que la de género». Aún así, Vila se negó, le reprochó que en el pleno anterior le acusara de «mentir» sobre el nombre exacto de la celebración del 25-N y acabó cuestionando el porcentaje de casos con órdenes de alejamiento que había cubierto la unidad policial, lo que le valió que la edil de Policía, Natalia Antonino, le afeara sus críticas y le pidiera que no cuestionara el trabajo del departamento, mientras el alcalde daba paso a la votación pues, como le llegó a decir un poco antes, «para decir que somos cómplices de un crimen, no tienes la palabra.. Se ha acabado tu turno».
Antes de eso, Vila pudo defender su moción y hablar en varias ocasiones, si bien ningún representante de otro grupo quiso intervenir para no dar más relieve a las propuestas de la formación ultraderechista. Además, numerosos ediles mostraron carteles en favor de las víctimas o con peticiones claras, como que no haya «Ni una más» o «No seas cómplice».
Desde el público sí tomó la palabra Marisa Esquer, como representante del colectivo de Dones Baladre que lleva años trabajando por la igualdad de oportunidades y contra la violencia de género. Esquer dejó claro que las mujeres «no queremos estar bajo el yugo de nadie, como en la dictadura», destacó la importancia de la unidad de policía local que trabaja con mujeres víctimas de violencia de género y recordó que ésta llegó a eliminarse hace unos años; un último extremo que luego quiso precisar la anterior edil de la Dona Davinia Bono (PP), aclarando que aquella eliminación no fue una decisión local del PP, sino que fue ordenada desde el gobierno estatal «del PSOE de Zapatero», para que la policía nacional asumiera esas competencias.
La intervención de Esquer dio lugar a una réplica de Vila, seguida de la aclaración del alcalde, que quiso dejar claro como responsable del departamento municipal de Igualdad que esta área «trabaja con gran profesionalidad y atiende también a hombres, incluso a maltratadores que están buscando asesoramiento y por supuesto a familiares», dijo después de que Vila cuestionara ese punto, afirmando que «a los hombres se les atiende en las dependencias de Sagunt, pero no en las del Port».
Regusto amargo
Pese a que la votación dejó solo al edil de Vox, no evitó un regusto amargo de muchos concejales, aunque unas convicciones intactas. Como admitía luego el alcalde en una red social, «hoy me voy a la cama muy triste, afectado emocionalmente....La violencia contra la mujer no tiene comparación con ningún otro tipo de violencia, y la brutalidad de sus números exige que tengamos una respuesta específica a la misma. Y vienen a decirnos que todo es lo mismo, que sustituyamos violencia de género por violencia intrafamiliar. No, no vamos a permitir que nadie diluya la violencia de género como si fuese igual a otras».
