El próximo atraque en Sagunt de un barco estatal saudí cargado de armamento se ha visto rodeado de polémica a nivel social y un hermetismo en el plano oficial que incluso ha molestado al gobierno municipal ante la falta de información en el consistorio sobre los detalles de una operación «que preocupa».

De momento, de la escala apenas ha trascendido que durará 15 horas, desde que el «Bahri Abha» llega del puerto americano de Baltimore y parte en dirección a la ciudad italiana de Génova. No obstante, según ha podido saber Levante-EMV, los responsables de Aduanas y las autoridades españolas sí han dado todos los permisos necesarios para su llegada a Sagunt tras verificar que no se trata de ningún comercio ilícito, sino que está supervisado y controlado tanto en el país de origen de las armas, Estados Unidos, como en el de destino, los Emiratos Árabes.

Las fuentes consultadas por este diario subrayaban que, por cuestiones de seguridad, este tipo de operaciones suele realizarse con discreción, pero insistían en que es un comercio legal y que el barco saudí «Bahri Abha» también transporta otras mercancías, pues está diseñado para transportar desde cargamento rodado como vehículos y camiones hasta contenedores.

Tras la campaña de numerosos colectivos sociales contra la llegada del barco «Bahri Abha» para «no ser cómplices» de la muerte de civiles en Yemen, esta operación siguió ayer levantando voces en contra.

El concejal Roberto Rovira (EU) admitió el malestar en el gobierno local «ante las informaciones que apuntan a la llegada de un barco cargado de armamento, pues si eso se confirma, estamos totalmente en contra», decía a preguntas de este diario tras hablar por teléfono con el alcalde, el socialista Darío Moreno, que estaba en una jornada de trabajo en Bruselas. «Alcaldía está pidiendo información y en el gobierno local tenemos previsto abordar el tema este jueves. Seguramente haremos un pronunciamiento en contra de la llegada del barco, además de una queja por la falta de comunicación de un asunto tan delicado para la ciudad», apuntaba después de las críticas ya lanzadas por el portavoz del tercer socio de gobierno, Quico Fernández (Compromís).

Como responsable local de EU Rovira insistió además en la frontal oposición de su partido a que el puerto de la ciudad acoja estos tráficos de armas «que al final matan a gente» y recordó «el amplio respaldo que el movimiento antimilitarista ha tenido de siempre en la ciudad, como en el 'no' a la OTAN».

«No ponerse de perfil»

Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV) también mostró su negativa a la llegada del barco y reclamó al gobierno nacional, autonómico y local que «no se pongan de perfil ante una situación como ésta» y «actúen para impedirla». Como aseguraba el presidente de Esquerra Republicana del País Valencià, Josep Barberà, es «inaceptable» que «no se atienda a barcos como el Open Arms y sí a buques con armamento "para matar civiles"», decía, además de dejar claro que su organización «intentará mover todos nuestros recursos para impedirlo».