El equipo de gobierno de Canet d'En Berenguer llevará a la Fiscalía una factura de 675 euros que corresponde al pago de una cena de cinco ediles del PP (gobierno anterior) y sus respectivas parejas a cargo de las arcas municipales. Así lo anunció en el pleno el edil Eduardo Almor, quien trasladará el asunto al Ministerio Fiscal para que estudie si estos hechos pueden ser constitutivos de un posible delito de malversación de caudales públicos.
Sin embargo, ésta no la primera vez que esta factura se presenta en la Fiscalía, ya que en abril de 2018 el concejal Joaquín Rambla hizo lo propio aunque finalmente esta quedó archivada provisionalmente dándole la oportunidad al denunciante de «reproducir su denuncia ante el órgano judicial competente», resolvió el Ministerio Fiscal en junio del mismo año dejando claro que no se había observado «ningún indicio de responsabilidad criminal en los hechos denunciados sobre una posible malversación de caudales públicos», basándose en los informes presentados por la intervención y la secretaría del ayuntamiento, donde se justificaban los importes de las facturas.
En aquel momento, se hablaba de una única factura de un importe de 1.500 euros que resultaron ser dos, de dos comidas diferentes, una del día 15 de diciembre de 2017, que es la que se volverá a llevar a Fiscalía y otra del 21 de diciembre, de 825 euros, también de una comida para 10 personas, los cinco ediles del PP, más algunos funcionaros.
Almor informó al público de algunos aspectos del contenido de esos informes que justificaron los precios de las comidas, como por ejemplo que se «pidieron bebidas espirituosas, vinos de calidad superior al del menú y varias botellas de cava como es costumbre en cualquier cena de Navidad».
El tema de las facturas surgió tras la reprimenda que el concejal de Servicios Sociales, Javier Aparicio realizó al portavoz del PP, Leandro Benito tras el artículo que éste publicó en Levante-EMV y otro medio de comunicación sobre la celebración del Día Mundial de la Discapacidad y los actos organizados por el consistorio. En este texto, Benito calificaba éstos de «frívolos», «postureo» y de «homenaje al ego de los concejales», cuando según Aparicio, lo que se ha conseguido ha sido «visibilizar» el problema, y «educar en la inclusión». Un tren al que el alcalde, Pere Antoni, lamentó que «no se haya subido el PP», recriminando que no asistieran a ninguno de los actos programados. El PP justificó esto último por la ausencia de una invitación formal, aunque Almor (PSOE) demostró luego que sí que la hubo, mostrando una conversación de whatsapp en la que se podía leer: «Adjunto y os remito el programa y os invito a las jornadas», mensaje al que el propio Benito respondió con un «ok».
En cuanto a las facturas, el alcalde explicó a los asistentes que se habían sacado para demostrar que la cena «sí que es una frivolidad y no los actos por el día de la discapacidad», calificativos a los que se sumaron los de Almor quien acusó a Benito de tener «poca dignidad política» y pidió a los populares que «devolvieran el dinero». Aún así, estos tildaron la exposición del gobierno de «circo» y recordaron que fueron ellos los que redujeron la partida de protocolo de 55.000 a 14.000 euros.
