Desde la penúltima posición del grupo VI de Tercera División y con el mercado de fichajes cerrado, la directiva del CD Acero ha optado por un cambio en el banquillo como medida desesperada para no perder la categoría en la temporada del Centenario.
El elegido para hacerse cargo de la nave rojiblanca es Santi Martínez, un entrenador de 27 años que ya ha dirigido sus primeros entrenamientos y se muestra convencido de sacar al equipo de la situación en la que se encuentra. «Ya había visto algún partido del CD Acero -señala en palabras a Levante-EMV- y coincidía con mucha gente en que la clasificación no se corresponde con el equipo».
Ahora, en su aterrizaje en el Fornás, el diagnóstico inicial es que los rojiblancos están «en una mala dinámica psicológica», así que «se necesitaba un cambio» que incida especialmente «en el aspecto emocional».
El director deportivo del club porteño, Aitor Solís, coincide con estas palabras al señalar que «estamos en una fase en la que el rival, sin hacer nada, nos gana y a nosotros nos cuesta un mundo, así que queríamos a alguien joven para una plantilla joven, que pueda transmitir al vestuario un mensaje que los jugadores se crean y sientan que son capaces». Ese perfil lo encontraron en Santi Martínez, quien «tiene poca experiencia -más allá de la escuela del Levante UD, el fútbol mauritano y las labores de ayudante en el Formentera- pero está muy bien preparado».
El entrenador valenciano, por su parte, afirma que «seguro que vamos a sacar la situación adelante», para lo cual asegura estar «contento» con la plantilla, donde hay «calidad, trabajo y un vestuario sano». Así, su labor será «ofrecerme a los jugadores como una herramienta. Soy un estudioso del fútbol y quiero ayudarles en cada detalle».
Continuidad de Cariñena
Pese a que no siga en el primer equipo, Solís ha querido dejar claro que «Miguel Ángel es un entrenador que trabaja muy bien, nunca ha puesto ningún problema y esperamos que siga en el organigrama. Ha tenido mala suerte con las lesiones y con que la pelotita no haya querido entrar, pero le seguimos considerando un 'tío de club'».
