La Autoridad Portuaria de València (APV) continúa con las valoraciones del estado en el que se encuentra el antiguo Pantalán de minerales del Port de Sagunt, cuya rehabilitación se proyectó ya hace varios años para convertirlo en un paseo y espacio clave para la reclamada integración entre el puerto y la ciudad.
El último paso se trata del encargo de una inspección mediante dron para comprobar cómo se encuentra esta infraestructura, de la que se desprendieron dos partes durante los últimos temporales. Esta revisión se centra en la realización de fotos geoposicionadas de alta precisión, que servirán para determinar si la infraestructura se rehabilita en sus más de 1,2 kilómetros, se acondiciona solo un parte o se derriba.
Los trabajos ya se realizaron antes de decretarse el estado de alarma, después de que una empresa resultara adjudicataria del contrato por algo más de 5.800 euros. Sin embargo, los resultados todavía no se han dado a conocer, más allá de tener claro que los informes que se han ido elaborando coinciden en su «muy deficiente» estado de conservación, tras años de abandono sin ningún tipo de mantenimiento.
Para la rehabilitación de este espacio, el convenio firmado el pasado mes de septiembre entre la APV y el Ayuntamiento de Sagunt contempla un desembolso por parte de la primera de 5 millones de euros, una cantidad que, sea cual sea el resultado de la inspección por dron, será insuficiente. De hecho, los estudios realizados señalan que solo el derribo ya costaría más de 7 millones de euros, mientras que su recuperación no bajaría de los 17 millones.
En esta línea, la APV encargó a finales del pasado año un proyecto detallado sobre las posibles medidas a adoptar en el Pantalán o lo que quede de él, porque también sacó a concurso un contrato de 500.000 euros para actuar de forma urgente y evitar nuevos derribos, que se quedó desierto.
